Arrabal y Nuria Espert presentaron "Viva la muerte"
El dramaturgo y cineasta Fernando Arrabal décIaró ayer en Madrid, durante la presentación de su película Viva la muerte, que no había realizado un filme sobre la guerra civil española, «sino sobre un período donde no había buenos y malos; sería erróneo pensar que él personaje de la madre o la situación concreta era mala o buena, ya que todo es ambiguo y la situación sigue siendo ambigua. La relación madre-hijo es capital en el filme y en Fspaña es de actualidad desde el siglo XVIII, cuando la mujer española consigue su libertad gracias a la revolución cristiana». En el acto intervino también la actriz Nuria Espert.La película Viva la muerte se estrena en España a los diez años de su realización, en Túnez. «Esta larga espera», dijo Arrabal, «permite una gran satisfacción. Quise rodar en Melilla, donde ocurrieron los hechos que inspiraron la película, pero en el año 1970 había ciertas imposibilidades. El personaje del padre y mi padre me dio un formidable regalo: el de desaparecer; así se convierte en un ser adornado de todas las virtudes y no tengo obligación de confrontarlo con la realidad». Para Nuria Espert, el personaje que interpreta «es el de una mujer real; la siento próxima en su contenido, en lo que tiene de fuerza, portadora de libertad para decidir, acoger o transmitir la represión». Añadió que la película va a ser una revelación y causará un gran impacto por su fascinación.
Arrabal se definió como español heterodoxo, libertario y místico. Expuso sus opiniones sobre cine, teatro, cultura y diversos aspectos de la actualidad política. «La cultura está controlada por comunistas y compañeros de viaje, aunque esta ocupación cede, felizmente. En España hay una cosa de mejor valer, que es la cultura. España existe gracias a Ochoa, Sánchez Albornoz o Buñuel, que son heterodoxos y anarquistas, y no han vuelto porque aquí no hay posibilidades. Las ideologías reaccionarias, marxista y fascista, son tan débiles que una obra de Arrabal les puede hacer temblar, como ocurrió durante el ministro Fraga». Hizo varias alusiones a los «soldados del imperialismo soviético » al referirse a los mandarines de la cultura, el Centro Dramático y las revistas de teatro Primer Acto y Pipirijaina. También se refirió a los recientes acontecimientos de Polonia, el viaje de Felipe González a Cuba, las declaraciones de Fidel Castro sobre la Unión Soviética, las relaciones diplomáticas con Israel y el mensaje de Jesús. «Yo digo mi verdad y estoy dispuesto a decirla en cualquier lado».
Nuria Espert discrepó en varios momentos. «Creo», dijo, «que Fernando ha perdido completamente la noción de lo que es España. Creo que no comprende nada de lo que nos está pasando. Le he pedido una obra para un ciclo del Centro Dramático, pero está lleno de recelo y de dewonfianza; ve el menor problema como un compló internacional.».
Babelia
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