Cinco de los siete detenidos en Amorebieta, puestos en libertad

Cinco de las siete personas que fueron detenidas en las localidades vizcaínas de Amorebieta y Durango en la madrugada del día 1 último, bajo la sospecha de tener relación con ETA, fueron puestas ayer en libertad sin cargos.

Se trata de Manuel Córdoba Sánchez, Agustín Guisasola Larrinaga, Pedro Larrinaga Zabala, María Isabel Uriarte Astarloa María Angeles Alberdi Mazaga.

Estas cinco personas denunciaron en una conferencia de Prensa celebrada anoche en Amorebieta haber sido objeto de graves torturas físicas y psicológicas. En la reunión se informó también de la presentación por parte de los vecinos, ejerciendo la acción pública, de una querella criminal contra la Guardia Civil por presuntos malos tratos.

Una de las jóvenes detenidas y posteriormente liberadas describió el trato recibido incluso antes de ingresar en el cuartelillo fue, según su relato, conducida a un descampado en pleno monte, donde, tras desnudarla completamente y cubrirle el rostro con una capucha, fue sometida a toda clase de vejaciones. También se denunció la utilización de electrodos en manos y ano y el empleo de la tortura conocida como la bañera. En un informe complementario facilitado a última hora de la noche se asegura, entre otros puntos, que la Guardia Civil impidió la entrada al cuartel de La Salve (Bilbao) a un juez que quiso visitar a los detenidos tras la denuncia de indicios de malos tratos presentada por los familiares.

Siguen detenidos los hermanos Embeita

Pese a las gestiones de diversos organismos e instituciones, entre ellas, el Gobierno vasco, permanecían ayer incomunicados en la comandancia de la Guardia Civil de Bilbao el presidente del sindicato agrario y ganadero de Alava y conocido bertsolari, Kepa Embeita, y su hermano Abel, también ganadero y miembro de la mesa nacional de Herri Batasuna, detenidos el pasado día 2 en su explotación de Abornikano (Alava), y a los que se les ha aplicado la legislación antiterrorista.Kepa Embeita, como su hermano, Abel, viven desde hace once años en Abornikano, concejo perteneciente al Ayuntamiento de Urkabustaiz, donde poseen una explotación ganadera de más de ochocientas cabezas de ganado porcino. Desde su constitución en julio de 1977, es el presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Alava, que acoge a unos 3.000 afiliados de las más diversas tendencias políticas. El comité ejecutivo del sindicato, en un comunicado hecho público ayer, tras afirmar que consideran la detención de su presidente como una agresión al mismo, señalan «su total confianza en Kepa, dada su trayectoria y entrega a su cargo, sin hacer política» y piden su liberación inmediata, así como una «explicación clara y suficiente sobre los motivos de su detención».

Representantes de los sindicatos agrarios y ganaderos de Guipúzcoa y Vizcaya se solidarizaron con el escrito y afirmaron ayer que están dispuestos «a todo» para lograr la libertad «de un hombre fundamental para el movimiento sindical agrícola y ganadero del País Vasco».

Dirigentes de Herri Batasuna, que asistieron, junto a los miembros de los citados sindicatos y las esposas de los dos detenidos (una de ellas declaró que había firmado el acta de registro policial en el que se leía «resultado negativo»), señalaron que la detención de los hermanos Embeita es un intento de criminalizar la lucha popular en el campo alavés, y de paso, a las personas ligadas a la coalición. Francisco Letamendía afirmó, en torno a la incomunicación de los hermanos Embeita: «Dudo mucho que el trato que se les está dando sea el adecuado».