EE UU responde a Irán sobre el tema de los rehenes

Por segunda vez en el corto espacio de tres semanas, el secretario de Estado adjunto de EE UU, Warren Christopher, llegó ayer a la capital argelina para entregar la respuesta de la Administración norteamericana a las preguntas planteadas por el Gobierno iraní en torno a las condiciones que el Parlamento de ese país ha impuesto para liberar a los 52 rehenes. Argelia juega el papel de intermediario entre las dos partes, las que han considerado satisfactoria la mediación argelina.

Según el procedimiento aceptado por las tres partes, Argelia actúa como mediador en la crisis irano-norteamericana y ha quedado encargada de transmitir, simultáneamente, las respuestas de Teherán y Washington a las complejidades técnicas que entraña para la Administración Carter, la satisfacción de las cuatro condiciones del Majlis (Parlamento iraní).

El Gobierno norteamericano ha aceptado el principio de esas condiciones, pero estima que, dos de ellas, la restitución de la fortuna del destronado sha y su familia y la anulación de las denuncias formuladas contra Teherán por entidades oficiales o privadas norteamericanas, rebasan los poderes constitucionales del presidente Carter.

El objetivo de estas negociaciones consiste en llegar a un entendimiento entre ambos Gobiernos a través de Argelia, entre la posición maximalista de Irán, que pide una respuesta «por un sí o un no» de los norteamericanos y el deseo de Washington de hacer comprender a los iraníes los límites, que imponen al jefe del Ejecutivo las leyes del país.

En medios cercanos a la delegación norteamericana se ha reafirmado que sigue existiendo una «buena voluntad» para llegar a un acuerdo y se buscan las fórmulas adecuadas susceptibles de dar satisfacción a los iraníes en lo esencial, como forma de terminar con la crisis antes de que entre en funciones la Administración Reagan.