La Conferencia Episcopal considera arcaica la actual normativa sobre migración

La emigración, «tema dormido en la conciencia eclesial», según declaraba monseñor Montero, ha sido el tema debatido ayer en la Conferencia Episcopal. La migración interior, la emigración al extranjero, las migraciones temporeras y los trabajadores extranjeros en España han sido los cuatro temas en que se ha desglosado el segundo punto del orden del día de la conferencia de obispos.

En un tiempo en que hasta los maestros y médicos han abandonado los pueblos, quedando sólo los curas, la Iglesia es un testigo cualificado de la emigración y una de las raras instituciones que se han dedicado a los problemas humanos y sociales que ese éxodo masivo plantea. Aunque el tratamiento de los obispos tiene un interés primordialmente pastoral, los obispos urgen a la sociedad civil para que en España se apruebe pronto una ley para extranjeros, una ley de emigración, una ley de asilo político y una ley de protección al retorno.Hasta ahora sólo los socialistas han presentado un proyecto de ley de asilo político, cuya discusión ya ha comenzado. Estas nuevas leves son tanto más urgentes cuanto que España, según declaraba monseñor Sánchez González, capellán que fue de emigrantes en Alemania, cuenta con Ja normativa más arcaica de Europa.

No todos los obispos coincidían en los enfoques. Los prelados vascos y catalanes abogaban por una integración de los migrantes andaluces castellanos o extremeños, mientras que los obispos de estos contornos defendían el desarrollo de la cultura de origen.