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Se agrava la violencia estudiantil contra los autobuses de Vigo

La situación creada por el conflicto de los estudiantes de Vigo con la empresa concesionaria del transporte urbano, Vitrasa, han adquirido en las últimas horas caracteres de gran virulencia, y la hipotética solución del problema parece haber entrado en vía muerta. Los conductores de los autobuses decidieron ayer, a mediodía, retirarse del servicio, mientras no se les proporcionase, protección policial, al comprobar cómo los manifestantes han pasado ya a destrozar los vehículos sin la precaución que antes tenían de permitir el desalojo de los viajeros.

Según explicaron ayer representantes del comité de empresa de Vitrasa, dos conductores y tres viajeros han resultado con lesiones producidas por la violencia de los manifestantes. Precisaron los representantes sindicales que entre los estudiantes han podido observar a personas completamente ajenas a aquéllos, incluso en misiones organizativas.En la tarde del miércoles fueron dañados más de medio centenar de autobuses y otros tantos en la mañana de ayer. Absolutamente todos los vehículos de la flota de Vitrasa, unos 140, han sido objeto de la agresión de los manifestantes. La mayoría de los autobuses sufrieron roturas de cristales y de ruedas.

La táctica empleada por los estudiantes hasta ayer consistía en rodear los autobuses, conminar al conductor a apearse y a que lo hiciese el público, y romper todos los cristales, faros y pilotos del vehículo, al que le rabajan después las ruedas. Ayer, las piedras y los golpes con barras de hierro no esperaban al desalojo de los autobuses, lo que provocó la reacción de los trabajadores, que han criticado duramente a los manifestantes, al concejal de Tráfico, Carlos Núñez, y al independiente Nieto Figueroa y al Bloque Nacional Popular Gallego por su postura y declaraciones en favor de los estudiantes, considerando que los han alentado a seguir por la senda de la violencia.

Protección policial

Después de concentrarse en la base de la empresa a la una de la tarde de ayer, los autobuses disponibles volvieron al servicio J partir de las seis de la tarde, llevando a bordo una pareja de la Policía Nacional como protección a cada conductor. La totalidad de la plantilla de Vitrasa continúa decidida a no hacer ningún servicio sin protección policial. El personal de los talleres lleva varios días trabajando sin descanso para reparar los autobuses conforme van llegando a la base destrozados.Por su parte, el alcalde Manuel Soto, que había criticado los métodos de los estudiantes, aunque reconocía la razón de éstos, ha hecho Público un bando alabando el esfuerzo de los conductores de Vitrasa al seguir manteniendo el servicio a pesar de las dificultades, con riesgo incluso para su integridad física. El alcalde volvió a condenar los métodos violentos con los que los estudiantes tratan de llevar adelante su reclamación de un bono para viajar en los autobuses. La empresa mantiene su postura de no negociar el tema con los estudiantes y reitera que no introducirá ningún cambio bajo este tipo de presiones.

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