El Ministerio de Economía debe ocuparse también de la vivienda libre, según los constructores

«El Ministerio de Economía debe asumir la parcela que le corresponde en el campo de la vivienda libre, y evitar, en coordinación con el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, que el esfuerzo conseguido se malogre, haciendo posible la construcción simultánea mínima de las 350.000 viviendas libres necesarias para salvar el Plan de la Vivienda de Protección Oficial en los años 1981-1983», manifestó ayer Luis Marsá, presidente de la Asociación Nacional de Promotores Constructores de Edificios (APCE), en el curso de la asamblea general de esta asociación.

Este plan de construcción de viviendas libres permitiría la iniciación de la construcción de un promedio de 302.000 viviendas anuales durante el próximo trienio, incluyendo las ya comprometidas en el programa trianual de protección oficial, que para el año próximo supondrá 181.000 viviendas nuevas, además de las 100.000 libres que sugieren los promotores.

Mantener el empleo

A juicio de Marsá, «en el supuesto de cumplirse este plan general mínimo se mantendría el actual nivel de empleo en el sector vivienda, y se evitaría el continuo goteo que viene incrementando el índice de paro, llegándose incluso a cambiar su sentido, iniciando una cierta absorción de empleo».Según estimaciones de la APCE, si este plan se cumple se podrían crear 74.OCO nuevos empleos directos a lo largo de los tres años, más 162.800 empleos inducidos, es decir, un total de 236.800 puestos de trabajo, como consecuencia de la actividad multiplicadora que generaría este sector; según estimaciones de la asociación, cada nuevo empleo en la construcción de vivienda; genera otros 2,2 puestos de trabajo nuevos al año en el resto de los sectores productivos, de los que 1,6 puestos se crean dentro del mismo período y 0,6 en los dos años siguientes.

Sobre un censo total de 1.355.000 trabajadores en el sector, el número de personas inactivas se eleva a 346.063 personas (según. datos de la Estadística de Paro Registrado, correspondiente a septiembre pasado) o a 307.700 personas, según los datos de la encuesta de población activa del INE, lo que representa alrededor del 12,7% del desempleo total.

Déficit de viviendas

Según estimaciones realizadas por Marsá, el déficit actual de viviendas en España se cifra en más de 600.000 pisos, cifra que no podrá ser reducida en muchos años al ritmo actual, y que tiene a incrementarse. De hecho, en 1980, las estimaciones del sector indican que se terminarán alrededor de 228.000 viviendas, la cifra más baja de los últimos años, y que se compara muy desfavorablemente con las 374.391 viviendas terminadas en 1975, de las que 178.000 eran viviendas libres.El descenso en la construcción de viviendas este año se cifra en torno al 13 %, por lo que en los dos últimos años el retraso acumulado ascenderá a un 28,5%.

Marsá manifestó también en el curso de su intervención que a los promotores les «preocupa enormemente las actuaciones irregulares que se producen en algunas corporaciones locales y que pueden originar una grave paralización en el sector inmobiliario y un aumento del páro», al tiempo que deploró el hecho de que el sector de la construcción no estuviera representado en la comisión de seguimiento del Programa de Viviendas de Protección Oficial.

Por otra parte, el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción y vicepresidente de la CEOE, Ignacio Briones, manifestó ayer el interés del sector por estimular la instrumentación de un nuevo esquema de financiación para no dejar a la vivienda libre fuera de los planes de reactivación del sector de la construcción. Como posible fórmula de tratamiento sugirió la extensión de la subvención de intereses a los primeros noventa metros cuadrados de las viviendas libres que van destinadas a la clase media, y que, por necesidades de diverso tipo, deben disponer de un hogar más amplio que el de los noventa metros cuadrados, límite máximo que contempla el Programa de Viviendas de Protección Oficial. La superficie que supere esta cifra podría ser financiada libremente por el comprador de la vivienda.