La viuda de Mao rechaza ante el tribunal las acusaciones formuladas contra ella
Jiang Qin, la viuda de Mao Zedong, desafió ayer al régimen posmaoísta, que la ha presentado frente a un tribunal especial, negándose a admitir los cargos que pesan contra ella por «acusaciones falsas» hechas, sobre todo, contra Deng Xiaoping, el hombre fuerte de la China actual.
«No sé» o «no sé nada», de esta forma la gran animadora de la revolución cultural, detenida en octubre de 1976 poco después de la muerte de su marido, respondió, según la agencia Nueva China, a las preguntas que le fueron hechas sobre sus supuestas maquinaciones contra Chu En Lai, el hombre de Estado más respetado de China, y Deng Xiaoping.Jiang Qin, 67 años, y otros nueve dirigentes de la revolución cultural (1966-1976), se arriesgan a ser condenados a muerte por «crímenes contrarrevolucionarios», y, especialmente, por usurpación de poder.
La declaración de Jiang Qin ha dado lugar a la primera confrontación de los acusados con el tribunal, cuyos debates se abrieron el pasado jueves. Wang Hongwen, uno de los miembros de la banda de los cuatro que formaba el estado mayor radical del que se rodeó la viuda de Mao cuando lanzó millones de guardias rojos contra sus adversarios políticos, se presentó a declarar contra ella.
Wang Hongwen, 45 años, el miembro más joven de la banda de los cuatro, pero el mejor colocado dentro de la jerarquía comunista en el momento de su detención, reafirmó en esta ocasión, como ya lo había hecho durante su declaración, que Jiang Qing era el cerebro de las «falsas acusaciones» lanzadas delante de Mao en 1974 contra Chu En Lai y Deng Xiaoping.
Según el sumario, la banda de lo cuatro había intentado en esta fecha convencer al Gran Timonel, que Chu En Lai, entonces primer ministro, y Deng Xiaoping trataban de «usurpar el poder». Chu estaba entonces ya gravemente enfermo y murió en 1976.
Jiang Qin, la antigua actriz de Shangai de los años treinta, que se convirtió en 1938 en la cuarta mujer de Mao en la célebre base roja de Yanan, se había negado siempre a someterse a sus acusadores.
Los observadores anotan que su comportamiento, que revela, según el sistema judicial chino, una «mala actitud», suele acarrear a aquellos que la adoptan la pena más severa prevista, que, en el caso de Jiang Qin, es la pena capital.
Otro miembro de la banda de los cuatro, Zhang Chunqiao, también se negó a reconocer las acusaciones de que era objeto.
Otras dos mujeres que formaban parte del entourage de Mao en sus últimos años, Nancy Tang, intérprete en el encuentro entre el jefe del Partido Comunista chino y el presidente estadounidense Richard Nixon en 1972, y su sobrina Wang Hairong han sido llamadas igualmente para prestar testimonio contra Jiang Qin.
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