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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Deporte-ficción

En torno al deporte de competición, sobre todo desde que se descubrió sus posibilidades de propaganda política, se ha montado tal universo de especulación, que nunca se sabe donde empieza la pura participación y donde acaba el mundo del negocio. Correr más metros en menos tiempo cada vez, imponerse en la línea de llegada a rivales mejor o peor dotados, más o menos en forma, saber ganar o perder, participar o renunciar no parece que nos enriquezca por encima de otros oficios habituales. Sin embargo, nuestras pistas, piscinas y gimnasios se han ido poblando de bíceps mimados, cinturas poderosas, muñecas de cabecitas atrofiadas cuya única razón de existir no es otra que reducir unas décimas miserables en la tenaz carrera del cronómetro, tirano actual de multitud de jóvenes. Esta batalla contra el tiempo culmina, como se sabe, en la subida al podio. Sobre su pedestal, el corazón del vencedor o vencedora late cuando no llora. La cosa no es para menos: ha conseguido vencer no sólo al tiempo, sino paliar los males de la nación que representa.Y, sin embargo, la primera prueba histórica de la que se guarda memoria, no se corrió para batir ninguna marca, sino para llevar noticias de una buena nueva, es decir: como medio, no como fin en sí, sin necesidad de mentalizarse o .entrenarse para ello. Hoy, el deporte no se concibe como ejercicio o preparación para otros, llámense guerra o caza, ahora es cuestión de décimas al servicio del Estado o de empresas comerciales que así pagan los mejores años de la vida de mujeres y hombres sacrificados a la sombra del viejo lema mens sana in corpore sano. El cuerpo estará sano pero, ¿a quién se le ocurre pedir, por ejemplo, a uno de estos muchachos, que deje de asistir a una olimpiada porque en Afganistán muere, de cuando en cuando, algún afgano? ¿Qué vale la libertad de los demás cuando se la compara con la oportunidad de un récord, con todo el sacrificio que supone? Por supuesto, bien poco.

La chica de oro

Director: Joseph Sargent. -Guión: John Kohn, según la novela de Peter Lear. Fotografía: Stevan Larner. Intérpretes: Susan Anton, Jarnes Coburn, Curt Jurgens, Leslie Caron, Robert Culp. EE UU. Deporte ficción. 1979. Local de estreno: Palacio de la Música.

La chica de oro que da título a esta historia, al menos no engaña a nadie. En manos de un doctor alemán que la ha preparado para ganar nada menos que tres medallas de oro, se halla en las garras de un trust que se las promete muy felices, repartiéndose a su costa muy pingües beneficios.- El alemán perverso lo interpreta -no es preciso aclararlo- un Curt Jurgens con cara de ninot germánico. Él agente comercial encargado de dar forma al negocio no es otro que James Coburn. Agente y estrella se enamoran. Llega la olimpiada y el suspense estriba en adivinar si la chica tomará la glucosa que le receta Jurgens o si la rechazará por los brazos de Coburn. Como la chica de oro tiene más aspecto de miss Universo que de plusmarquista, la elección no supone demasiado desasosiego para el espectador.

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