Proyecto para instalar el "Guernica" de Picasso

«Pasando de las palabras a los hechos», como dijo el diputado foral Ignacio Ipiña, socialista, las Juntas Generales de Vizcaya han convocado un concurso de ideas para determinar la ubicación ideal del Guernica, de Picasso, en el marco de la villa cuyo bombardeo por la aviación nazi, en 1937, inspiró la obra. El proyecto deberá incluir una propuesta de edificación capaz no sólo de acoger el famoso cuadro, sino de servir de catalizador para toda una serie de iniciativas culturales.La convocatoria significa la aceptación por las instituciones autonómicas vascas de la propuesta defendida por numerosos artistas e intelectuales -entre los que sería injusto no destacar a Agustín Ibarrola, que lleva años combatiendo por la idea según la cual la instalación de la obra picassiana en el escenario que la inspiró debería considerarse el eje de un activo movimiento de renacimiento cultural vasco, en ruptura con la concepción del museo como panteón.

Las bases del concurso, al recoger esta filosofía, parecen quebrar, por otra parte, la actitud de pasividad observada hasta el momento por los responsables de la política cultural de Euskadi, cuya única preocupación práctica había sido hasta el momento, aparentemente al menos, la defensa y potenciación de la lengua vasca.

La «ruptura con el centralismo, que supone el estado de las autonomías», convierte en «doblemente oportuna la iniciativa», puesto que, según Ipiña, «han pasado los tiempos en que la capitalidad de Madrid se traducía en su absorción de toda actividad política, social o cultural». En ese mismo sentido, Ipiña reveló que el alcalde de Barcelona, Narcís Serra, le había asegurado que su municipio se opondría frontalmente a cualquier intento de dar por supuesta la prioridad incuestionable de Madrid e, incluso, que retiraría la candidatura de su ciudad si desde el País Vasco surgía una propuesta seria y coherente.

Por su parte, el museo de Bilbao ha elaborado un plan capaz de garantizar la instalación provisional del Guernica en sus salas, con plenas garantías de seguridad, antes del 1 de enero próximo, a la espera de la finalización de las obras proyectadas en la villa foral.