La urgente tramitación de la ley de Autonomía, reclamada en unas jornadas universitarias
La aprobación sin dilaciones por el Parlamento de la ley de Autonomía Universitaria fue el deseo más generalmente expresado por los participantes en la primera de las dos jornadas sobre Universidad y sociedad, iniciadas el pasado jueves en el Paraninfo de la Universidad Complutense, organizadas por la Fundación Hogar del Empleado, según informa Efe.
El debate de esta primera jornada, a la que asistieron alrededor de setenta personas, se centró en torno al tema Universidad y necesidades sociales, y en intervinieron Alberto Losada, rector de la Universidad de Córdoba, Antonio Gallego, vicerrector de la Complutense de Madrid, los profesores Carlos París y Joaquín Arango y el estudiante Juan Mánuel Celada.Para el vicerrector de la Complutense, la aprobación de la ley de Autonomía Universitaria puede suponer una ocasión histórica para iniciar la reestructui ración profunda que la universidad necesita desde hace mucho tiempo, sobre todo por lo que respecta a su grave desconexión con las necesidades sociales.
En sentido análogo se manifestó el rector de la Universidad de Córdoba, quien, al referirse a las leyes que regularán las autonomías, habló de confiar en el Parlamento para conectar con las necesidades de la sociedad, «frente a quienes defienden una universidad enclaustrada en criterios desfasados».
Joaquín Arango se hizo eco de la sersación de cansancio que produce el seguir oyendo hablar de intereses particulares respecto a la futura ley universitaria. «Esperemos», dijo, «que las presiones corporativas no sean tan poderosas como para destruir ciertas esperanzas y que los vientos involutivosque parecen soplar se desvanezcan».
Transformación política
Carlos Paris dijo que la ley de Autonomía Universitaria es necesaria para salir del caos legal actual, y porque permitiría contar con un mínimo marco de referencia para racionalizar la vida universitaria. Añadió el profesor París que de todos modos no cabía hacerse demasiadas ilusiones, puesto que la desmoralización de la universidad no era sino un reflejo más de la desmoralización social, por lo que sólo una profunda transformación política puede permitir la nueva universidad que todos queremos.En el debate fueron expuestos otros puntos de vista sobre la universidad, relacionados globalmente con los modelos de sociedad propugnados por UCD, PSOE y PC.
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