Formación de un frente de oposición iraquí

Siete formaciones de la oposición de Irak acordaron ayer constituir un «frente nacional democrático panarábigo iraquí», con el objetivo declarado de derrocar al presidente Saddam Hussein y restablecer, según los términos empleados por esa organización, «un régimen democrático». El anuncio fue hecho público en Damasco.

Tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre Bagdad y Damasco, a iniciativa del régimen iraquí, el cual acusa a Siria de apoyar a la revolución islámica iraní en el conflicto ¡rano-iraquí, las diferencias entre las dos alas del Baath, iraquí y siria, corren el riesgo de profundizarse, en la medida en que Siria sostiene, implícitamente, al nuevo frente de oposición al régimen de Saddam Hussein.

El «frente nacional» iraquí está integrado por disidentes del Baath iraquí y miembros del movimiento socialista árabe, del Partido Comunista iraquí, del Partido Socialista Unificado del Kurdistán y del Movimiento Democrático Independiente.

Medios diplomáticos árabes de la capital siria afirman que la Unión Soviética habría asegurado una discreta acción de apoyo al «frente», en primer término, con el objetivo de consolidar la posición del partido comunista, después de que éste se viera forzado a romper su alianza con el Baath oficial iraquí, en el seno del llamado Frente Nacional Patriótico Progresista, que unía a las dos formaciones y al Partido Democrático kurdo.

En las capitales árabes, la creación del Frente ha causado sorpresa e interés, en la medida en que se considera que él mismo puede contar, separadamente, con el apoyo de Teherán y Moscú, para tratar de desbordar al actual régimen iraquí.

De otra parte, Olof Palme, mediador en el conflicto entre Irán e Irak, declaró ayer en Madrid, donde asistió a la inauguración de la Internacional Socialista, que las expectativas de paz son pocas y muy grande el riesgo de que la guerra se amplíe.