Problemas en la DC italiana para elegir a su nuevo presidente

La Democracia Cristiana italiana está encontrando graves dificultades para el nombramiento de su nuevo presidente, puesto que dejó vacante Arnaldo Forlani al ser nombrado jefe de Gabinete. Hoy debe reunirse la dirección del partido con tal motivo. Mientras tanto, en Milán, las Brigadas Rojas, después de una pausa de silencio, han vuelto a la acción puntualmente cuando se produce un momento de crisis con un nuevo asesinato en Milán.Los problemas que la Democracia Cristiana (DC) está encontrando para el nombramiento del presidente del partido, puesto al que Aldo Moro, asesinado por las Brigadas Rojas, había dado gran prestigio, se deben a la dura posición que Amintore Fanfani, presidente del Senado, está haciendo a la candidatura del ex primer ministro, Giulio Andreoti, presentado por la minoría del partido que representa la izquierda interna, que cuenta con el 42% de los votos.

En realidad, se había llegado ya a un acuerdo, según el cual la minoría Zaccagnini-Andreoti podía nombrar al presidente para rehacer, de este modo, la unidad interna después del congreso. Sobre todo, en un momento en el que el escándalo del petróleo está arreciando contra el partido de Moro, cuyo hombre de confianza, Sereno Freato, es uno de los personajes más acusados en el asunto.

Pero Fanfani y la mayoría conservadora del partido no quieren a Andreoti, por tres motivos: porque su gran personalidad podría romper los equilibrios internos y tener más peso que el mismo secretario nacional, Flaminio Piccoli; porque Andreoti es personaje menos grato a los socialistas, mientras en este momento la Democracia Cristiana desea fuertemente la participación en el Gobierno del partido de Bettino Craxi y porque Andreoti, como es sabido, aspira a la sucesión de Sandro Pertini en la presidencia de la República al final de su mandato.

Y, lógicamente, el prestigio de la presidencia del partido de mayoría relativa podría ser un buen trampolín para el salto al palacio del Quirinal, sede de la presidencia, al cual aspira también desde siempre Amintore Fanfani.

Pero la minoría democristiana de Zaccagnini se ha revelado. Considera una ofensa al veto personal a Andreoti y amenaza con pedir un congreso extraordinario.