Futuros profesores de EGB protesta por el nivel que se les exige en matemáticas

Los alumnos del turno de noche de la Escuela Normal María Díaz Jiménez, sita en la calle de Islas Filipinas, 3, sacaron el mobiliario de dos aulas a la calle en la noche del jueves, para protestar por el gran número de suspensos existentes en matemáticas, que se eleva según confirmó el director del centro, al 60% de los que se presentan a los exámenes.

El director, que es al mismo tiempo el catedrático de Matemáticas de la escuela, manifestó que estas acciones no iban a hacerle reducir el nivel de enseñanza, «ya que no quiero que de esta escuela, encargada de preparar a Los futuros profesores de EGB, salgan maestros analfabetos».La Escuela Normal María Jiménez Díaz depende de la Universidad Complutense y es una de las tres escuelas estatales existentes en Madrid en las que, después de tres años de curso, se dan diplomas de Educación General Básica.

En la actualidad, la escuela cuenta con 3.500 alumnos, de los que el 80% estudia Ciencias Humanas, rama en la que las matemáticas sólo figuran en el primer curso. El resto de las ramas son Ciencias y Filología.

El conflicto, ha surgido entre los repetidores del tercer curso de Ciencias Humanas, muchos de ellos con la asignatura de matemáticas pendiente. «Efectivamente, hay muchos suspendidos en esta asignatura, y se me exige que baje el nivel del programa al cono cimiento de los alumnos. Mi opinión es que deben ser estos conocimientos los que deben elevarse para que no pase como en los exámenes que hice el pasado jueves para saber la preparación de los nuevos alumnos que han entrado después de a probar el COU. De cien alumnos, sólo aprobaron diez y eso que se les pusieron ejercicios de EGB», manifestó Aizpún.

Baja preparación

La baja preparación y el hecho de que algunos alumnos dejen la asignatura para el final de la carrera ha motivado que un gran porcentaje de los alumnos tengan problemas con esta asignatura. «Por otra parte, hasta ahora no se exigía ninguna selectividad para entrar aquí, por lo que venía gente que no había podido entrar en facultades universitarias», manifestó el director, que, tras la protesta estudiantil ordenó meter el mobiliario.«Espero que no se vuelvan a producir hechos como este; si así fuera, daría parte al rectorado de la Universidad Compjutense para que decida lo que hay que hacer», manifestó el director.

Uno de los profesores consultados reconoció que el nivel era muy alto, «pero tiene que haber algo mal cuando no aprueba más que la cuarta parte de los alumnos en matemáticas».

Para facilitar la tarea de los alumnos de tercer curso que estudian por la noche, la dirección ha accedido a abrir la secretaría por la tarde, ha comprado un circuito cerrado de televisión para que los estudiantes que, por su horario, no pueden hacer prácticas de enseñanza con niños vean cómo se dan las clases y ha adquirido métodos audiovisuales para estudiar matemáticas. «La única petición que no estoy dispuesto a satisfacer es la de bajar el nivel, ya que no se puede aprobar a alumnos a quienes durante el curso ha habido que enseñar, a veces, a sumar quebrados», dijo Alberto Aizpún.

El resto de los alumnos que acuden al turno de la mañana hacen normalmente sus prácticas de enseñanza con las alumnas del colegio nacional Asunción Rincón, situado junto a la Escuela Normal y creado con este objetivo.

La protesta de los estudiantes esla primera que se produce en el centro y, al parecer, no ha afectado a la enseñanza impartida durante la mañana.

A últimas horas de la tarde de ayer, los alumnos del turno de noche realizaron una nueva asamblea, en la que estudiaron la postura de la dirección de no acceder a rebajar el nivel de la enseñanza de matemáticas.