La poderosa maquinaria militar de la URSS
Nacido a principios de 1918 como un ejército internacional de nuevo tipo, que agrupaba a soldados, obreros y campesinos, y en el que las decisiones se tomaban en consejo, el Ejército soviético actual tiene como norma fundamental que «la defensa de la patria es un deber sagrado de todos los ciudadanos de la URSS», pero ello no quiere decir que no sea un Ejército politizado, pues casi el 80% de sus 3,6 millones de integrantes (que hacen de él la segunda fuerza armada más numerosa del mundo, tras la de China) son comunistas o konsomol (juventudes comunistas).
La espina vertebral de esa máquina militar son sus 400.000 oficiales de carrera y el millón de suboficiales que encuadran eficazmente a la tropa, algo más de un millón de reclutas cada año son llamados en dos reemplazos: primavera y otoño.
El servicio normal en el Ejército de Tierra o en la Aviación son dos años, que se elevan a tres en el caso de la Marina, aunque los universitarios realizan unos períodos de capacitación más cortos y son como oficiales de complemento. En teoría, todos los hombres, hasta los cincuenta años, son reservistas (sólo hay mujeres en servicios auxiliares).
Aproximadamente el 12% de los reclutas son rechazados por deficiencias físicas o psíquicas. Los prófugos pueden ser condenados hasta a diez años de cárcel.
El 82,5 % de los oficiales son hijos de empleados y obreros, y el 17,5 % restante, de campesinos, y su adiestramiento se realiza cuando están entre los quince y los dieciocho años, en 150 colegios militares, y posteriormente; en las once academias militares que han rehabilitado el lema del general ruso del siglo XVIII Suvarov: «Entrenamiento duro, facilidad en el combate».
Todos, miembros del partido
Prácticamente todos los generales y almirantes son miembros del partido comunista, al igual que el 66,2% de los jefes y oficiales. Los comisarios políticos (100.000), que en otros tiempos podrían revocar las órdenes dadas por los jefes de unidad, han perdido influencia, aunque su puesto sigue siendo clave, desde la sencilla tarea de mostrar a la tropa museos de historia hasta la de vigilar la ortodoxia de unas fuerzas armadas nacidas con el octubre socialista.El sueldo de un suboficial con experiencia es ligeramente mayor al de un agregado de instituto; el de un oficial, equiparable al de un ingeniero; el de jefe, al de director de una industria media, y, el de mariscal o almirante, al de un ministro soviético, 2.000 rublos (3.100 dólares, al cambio oficial) al mes, más facilidades en vivienda y comida.
En cuanto al soldado, su sueldo es de cuatro rublos (poco más de seis dólares al cambio oficial), y su mantenimiento representa, según fuentes norteamericanas, el 30% del presupuesto militar soviético.
El soldado llega a filas con una instrucción superior o media (47%), media incompleta (52%) y primaria (el 1%). No existe el servicio militar regional, por lo que, por ejemplo, en Moscú es frecuente ver soldados siberianos, yakutos o bashkires en su guarnición. El campamento preparatorio dura dos meses.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.