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La totalidad de la plantilla de Olarra se encierra en la catedral de Bilbao

La totalidad de la plantilla de Olarra, SA, que supera las 2.000 personas, se encerró anoche en la catedral de Santiago, en Bilbao, en protesta por su situación y para presionar en los problemas laborales que tiene planteados a la empresa. Asimismo, la presencia de un presunto grupo de «incontrolados» en los accesos a la catedral de Bilbao, donde además prosigue el encierro en huelga de hambre de una treintena de trabajadores de la empresa Olarra, SA, provocó una situación de alarma generalizada en las calles del casco viejo de la capital vizcaína a última hora de la noche del jueves.

Ante situaciones similares registradas en los días anteriores, los trabajadores encerrados habían previsto un sistema de alarma, consistente en hacer sonar las campanas de la catedral para alertar a los vecinos si ocurría algo anormal. Según la versión facilitada ayer por algunos de los encerrados, hacia las 21.30 horas, en el momento en que el sacristán procedía a cerrar las puertas, pudo ver a un individuo armado con una pistola y rodeado de otras seis o siete personas «en actitud sospechosa». Los gritos, primero, y el tañido de las campanas, después, hicieron huir al grupo, no sin que el individuo armado efectuase antes un disparo.Grupos de vecinos que acudieron casi de inmediato persiguieron a algunas personas en un clima de bastante confusión. Algunos testigos aseguran que aún se oyó otro disparo en la calle de la Carnicería Vieja.

Por otra parte, el comité de empresa se dirigió ayer oficialmente al titular del Departamento de Trabajo del Gobierno vasco, solicitando su mediación en el conflicto. Dicho departamento ha reiterado su posición de que la solución debe buscarse en la negociación directa entre la dirección de la empresa y las centrales sindicales, considerando Contraproducente cualquier intervención externa a dichos interlocutores.

Representantes de los trabajadores han presentado en el juzgado de distrito de Guecho una demanda de conciliación dirigida al empresario, para que éste se ratifique en las declaraciones realizadas el pasado 20 de octubre en Madrid, durante una conferencia de Prensa, según informa Europa Press.

La demanda de conciliación es requisito previo para la presentación de querella criminal, en este caso por presuntas calumnias.

Las frases por las que se han iniciado estas actuaciones judiciales y que fueron dichas por Olarra en la conferencia de Prensa son: «No se puede negociar de tú a tú, ni los políticos ni los empresarios, con secuestradores, chantajistas y asesinos».

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