El ministro pide a la Confederación Católica que ayude a pacificar la escuela

El ministro de Educación, Juan Antonio Ortega, ha pedido a la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia el «apoyo para una política que reduzca crispaciones e intente la pacificación escolar con vistas a una búsqueda de soluciones al tema de la financiación de la enseñanza, aceptable para los principales partidos parlamentarios», según informó ayer el gabinete de Prensa del departamento.

El ministro solicitó una contestación «positiva y rápida» a esta petición, en el curso de una entrevista que mantuvo ayer con los miembros de lajunta directiva de la citada Confederación, encabezada por su titular, Luis Alberto Petit.Durante la reunión, en la que se abordaron las líneas básicas de la política del departamento, el ministro aseguró a los dirigentes de la Confederación Católica de Padres su «decidido propósito de aplicar los principios constitucionales de libertad de enseñanza y gratuidad de la enseñanza obligatoria, a través de la futura ley de financiación de centros escolares».

Entrevista con FETE-UGT

También se entrevistó ayer el ministro con los miembros de la comisión ejecutiva de FETE-UGT, quienes le expresaron las inquietudes de este sindicato en materia de retribuciones del profesorado, jubilación de los maestros, contenido de los decretos de transferencias al País Vasco y Cataluña, y las expectativas de los colectivos docentes respecto del futuro estatuto del profesrado y el desarrollo reglamentario del Estatuto de Centros Escolares.Los dirigentes sindicales expusieron al ministro el creciente malestar del profesorado estatal, que viene denunciando desde hace tiempo la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios, y el rechazo de FETE-UGT a la propuesta del Gobierno sobre retribuciones, contenida en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1981, en el que se contempla un incremento del 12,5 %.

El sindicato socialista, según informaron sus portavoces, reiteró ante el titular de Educación la conocida exigencia de los funcionarios docentes de que sus retribuciones sean incrementadas en concordancia con el índice del coste de la vida, y que los. sueldos de todos los docentes se ajusten a la proporcionalidad de los coeficientes oficiales.

El ministro, siempre según los portavoces sindicales, expuso los también conocidos argumentos gubernamentales en torno a las dificultades presupuestarias del Estado, pero se mostró convencido de la necesidad de avanzar real y positivamente en la solución, a medio y largo plazo, para los problemas concretos de la proporcionalidad de salarios y coeficientes.

En relación con el tema de la anticipación de la edad dejubilación del profesorado, FETE-UGT expuso al ministro la existencia de una enmienda socialista al proyecto de ley de Presupuestos (enmienda que, según las citadas fuentes, Juan Antonio Ortega desconocía), en el sentido de proponer la habilitación de un crédito especial que haga posible aquella aspiración sentida por toda la clase docente.

Por otra parte, FETE-UGT propuso formalmente al ministro de Educación una rectificación del contenido de los decretos de traspasos de competencias edu cativas al País Vasco y a Cataluña, en lo referente a funciona rios docentes. Considera este sin dicato que la situación de supernumerarios que se perfila en dichos decretos, «lesiona los derechos adquiridos por los fun cionarios docentes, y, por otra parte, aquéllos son contrarios a la legislación vigente y a los propios estatutos de autonomía, en los que se reconoce expresamente el respeto a los derechos de los actuales funcionarios del Estado».