Incertidumbre y actividad diplomática ante la apertura de la CSCE

Viene de primera página

En definitiva, todo el debate en torno al reglamento de la conferencia se centra en el deseo occidental de obtener tiempo suficiente para denunciar la invasión de Afganistán y la violación de los derechos, humanos, en los países del Este y en la ambición socialista de reducir al máximo estas discusiones, entremézclándolas con nuevas propuestas sobre la distensión y el desarme.

Lo grave es que a estas alturas, la conferencia carece de regiamento, y si en el curso de los próximos cuatro días no se alcanza un compromiso, la sesión oficial de apertura quedará eclipsada en sus perspectivas políticas, porque los 35 países de la conferencia deberán de nuevo, iniciar negociaciones sobre el orden del día, el calendario y la organización de la CSCE.

Además, y en contra de los deseos occidentales, la última propuesta socialista elude todo compromiso sobre la fecha y lugar de la conferencia que deberá seguir a la reunión de Madrid, a la vez que exige el cierre de los debates políticos sobre el Acta de Helsinki, una vez que se abra la segunda parte de la conferencia, destinada al análisis de nuevas propuestas y a la redacción del documento final de la CSCE, que estas naciones desean ubicar sólo en siete semanas. El documento del bloque socialista incluye, no obstante, algunas concesiones con respecto a sus posiciones iniciales, en las que proponían para el debate político sólo una semana en sesión plenaria. Falta saber ahora si este débil movimiento hacia el compromiso por parte de la URSS y sus aliados es el último o, por el contrario, están dispuestos a avanzar en algo hacia el compromiso en las próximas horas.

Críticas de los paises atlánticos

De momento, se espera hoy que tanto Estados Unidos como los países de la CEE y posiblemente España critiquen duramente el documento socialista e incluso endurezcan sus posiciones sobre elpapelde los neutrales, que ya sufrió algunas críticas -aunque más tácticas que reales- ayer por parte de las naciones de la OTAN y, en especial, por Estados Unidos y Gran Bretaña, que lo consideraron como la zona límite de una negociación de urgencia.

Como resultado de un compromiso de última hora tanto los países neutrales como los no alineados han querido evitar la ruptura redactanco un documento que se encuentra equidistante entre las aspiraciones del Este y las del Oeste. Un documento este que aceptaba la separación, pedida por la URSS (para dividir la fase de debates políticos y la de nuevas propuestas de la conferencia), y que reducía en una semana las discusiones del Acta de Helsinki, para los que España pidió cuatro semanas recogiendo el sentir occidental. El proyecto sueco eludía, finalmente, el punto relativo a la posibilidad de que durante los debates politícos de la conferencia pudieran abordarse otras cuestiones, como la seguridad y las perspectivas de la distensión, como lo desean los soviéticos y en contra de lo que quieren los occidentales.

La proximidad de la apertura de la conferencia ha proyocado toda una serie de reacciones políticas dentro y fuera de España, sobre todo porque la reunión de Madrid se va a convertir,en el primer punto de referencia y termómetro de la distensión tras la victoria de Ronald Reagan

Ayer el presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Nicolai Tijonov, declaró su esperanza de que esta convocatoria madrileña discurra con éxito en el discurso que pronunció con motivo del 63 aniversario de la revolución soviética. Palabras esperanzadoras han surgido también de la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en, Bruselas, aunque en dicha convocatoria no se ha conseguido un consenso general sobre la actitud que los aliados adoptarán en Madrid.

De momento, está en entredicho la posibilidad de que en la sesión de apertura participen muchos ministros de Asuntos Exteriores, máxime si la conferencia se abre sin un reglamento de trabajo. En este caso, se sabe que España participaría en la reunion representada por el ministro de Asuntos Exteriores y no por el presidente Suárez, como estaba previsto des de un principio, con la idea de que el jefe del Gobierno español pronunciara un discurso político sobre la visión española de la distensión y de las relaciones Este-Oeste.

Por último, hay que señalar que, están llegando a Madrid numerosos comités de seguimiento de la CSCE, y que organizaciones como el llamado comité Sajarov, o los firmantes de la Carta 77 de Checoslovaquia han solicitado a los participantes en la Conferencia de Madrid que se profundice en la cuestión de los disidentes, pidiendo que se introduzcan en los debates los nombres y los da tos de cada caso.

Mientras tanto, en el Palacio de Congresos, donde se celebran las reuniones preparatorias de la conferencia, se han reforzado las medidas de seguridad ante la llegadaen pleno de las delegaciones para la apertura oficial. Asimismo se está ampliando.el dispositivo destinado a los medios de comunicación, a la vista de los numerosos periodistas que se han trasladado ya a la capital española.

También hay que destacar el combate cultural y de todo tipo de iniciativas que con motivo de la conferencia los países del Este y del Oeste están organizando en la capital española. Ayer actuó en el teatro de la Zarzuela un ballet folklórico soviético en el curso de un acto organizado por la Asociación España-URSS, y el próximo día 10 está previsto un concierto en el teatro Real en favor del disidente ruso Andrei Sajarov.