El movimiento de Escuelas Campesinas de Avila, objeto de estudio por parte de la OCDE
Desde el pasado día 25 y hasta el 31 de este mes se celebra en Barco de Avila un seminario internacional sobre educación y desarrollo local y, más en concreto, sobre la función de la educación de adultos y de cualquier enseñanza no institucional en el desarrollo local. Este ciclo está organizado por OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico), que se ha fijado en esta localidad abulense por constituir el centro impulsor de un peculiar movimiento de Escuelas Campesinas, que funcionan desde hace varios anos y que, en este momento, se han implantado en dieciocho pueblos de la provincia de Avila.
La comarca de Barco de Avila está surcada por el río Tormes y encajonada por los límites de las provincias de Cáceres, Salamanca y la sierra de Gredos. La población de hecho en 1977 era de 15.830 habitantes (8,43% de la provincia), repartida en una superficie de 1.093,5 kilómetros cuadrados (el 14,83% de la provincia). Cuenta con un total de 84 núcleos de población divididos en 36 municipios y 48 anejos.Aquí es donde en el año 1973 se sitúan los orígenes de un movimiento campesino que ha dado lugar a las escuelas campesinas y a la Unión de Campesinos Abulenses (UCA), integrada en la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG). Durante el curso 1970-1971, en la localidad de La Horcajada se dieron los primeros cursillos de desarrollo comunitario.
En 1973 se crea en Barco de Avila un colegio rural, en el que se imparte formación profesional agiaria, que funciona durante cinco años como internado. En un principio hubo cien alumnos, que se redujeron a cincuenta durante el último año. En 1978 se matricularon en el colegio familiar rural El Almanzor cuarenta jóvenes, y el pasado curso solamente hubo veinte.
Paralelamente a esta actividad docente se hicieron los primeros «actos comunitarios de comercialización de productos agrarios», como la compra en común de abono, de piensos, venta de judías y patatas.
La UCA nace ante la perspectiva de las elecciones municipales de junio de 1977. Surge como un colectivo de campesinos que, posteriormente, se transformaría en organización sindical, al quedar legalizada en enero de 1978. Y este mismo año, al comienzo del curso, se tomó la decisión de organizar, de forma estable, la formación permanente de adultos, basándose en los problemas cotidianos del campo, y que tomó el nombre de escuela campesina. Al mismo tiempo, estos intentos culturales se ampliaban a las zonas de Muñico y el Valle Ambles.
Dos años de lucha
En la actualidad, las escuelas campesinas funcionan en unos dieciocho pueblos de las tres comarcas de la sierra abulense: Barco de Avila, Muñico y el Valle Ambles. El número de alumnos oscila alrededor de los 250, para los que hay catorce educadores, entre maestros, sacerdotes, peritos agrícolas y otros voluntarios.Debido a la carencia de locales, las clases se han dado en lugares cedidos por, otras instituciones, como escuelas vacías, salones parroquiales y locales de cámaras agrarias, fundamentalmente. Las sesiones son semanales y duran entre dos y tres horas, generalmente de nueve a doce de la noche, y el método utilizado es el inductivo. Parten de la experiencia, para llegar a un conocimiento teórico. Como texto y, a la vez, como medio de información utilizan lo que ellos llaman la hoja volante.
El programa que se estudia se puede resumir en cuatro puntos, según informaron a EL PAIS profesores de la escuela de Barco de Avila: conocer la realidad campesina de la comarca y de España, causas y consecuencias de esta situación. Economía: producción y comercialización; legislación agraria; organizaciones agrarias, Ayuntamientos y cámaras agrarias.
Pero hasta llegar a la actualidad han pasado dos cursos en los que las escuelas campesinas han profundizado en sus zonas de influencia y han logrado coordinarse a nivel provincial. En enero de 1979 realizan la primera acción de importancia para evitar el fraude de las judías de Barco de Avila, famosas y apreciadas en toda España.
En nombre de las judías que se producen en Barco (3% de la producción nacional) se venden en el mercado el-90% de las alubias El fraude radica en que los almacenistas de Barco graban en sus bolsas el rótulo «judías envasadas en Barco de Avila», lo que, según la UCA, «induce a error al consumidor, que paga un precio más alto por el producto». Las judías proceden deotras zonas de España, e incluso de importaciones de Suramérica: Pilas judías que vinieron en barco», como las denominan irónicamente los miembros de la UCA, y, con ello, consiguen bajar el precio a los agricultores de la zona.
Como ya se ha visto, los campesinos fundan la UCA y deciden no entregar sus productos a los almacenistas para crear sus propias redes de comercialización. Su trabajo Jes ha costado, porque ahora mismo están vendiendo todavía las alubias de la cosecha de 1978, mientras guardan en sus almacenes las de 1979 y la que recogen durante estos días. Sin embargo, el éxito parece empezar a sonreírles y la UCA ha liquidado a sus afiliados con una diferencia de veinte-veinticinco pesetas que el precio pagado por los almacenistas.
Otro de los temas tratados por la Escuela Campesina durante el curso 1978-1979 fue el monopolio de los abonos y el futuro de los caminos y cañadas. También informaron sobre las ayudas a la vivienda rural y difundieron y pusieron en lenguaje llano el Real Decreto de Ordenación de Explotaciones Agrarias, en la zona de Barco-Piedrahita.
Abrir los ojos al campesino
Al final del curso, los mismos educadores afirmaban que «la Escuela Campesina parte del medio ambiente, y tras abrir los ojos a los Campesinos, les hace encararse con sus propios problemas para darles solución».En el comienzo del curso 1979-1980, «la escuela busca que el campesinado vaya adquiriendo conciencia de la clase a la que pertenece, crea que puede ser hermoso, un día, trabajar la tierra y luche para que ese día,llegue pronto. Todo ello conseguido a través de la experiencia», mediante clases pefiódicas diarias o semanales, cursillos monográficos, hojas informativas periódicas, ifficiación de una asesoría jurídica.
Al final de cada trimestre realizan encuentros en los que se hace examen de conciencia y se programan los próximos meses. Los temas más importantes de este curso fueron los problemas de los hijos que acuden a la concentración escolar, las nuevas técnicas para mejorar la producción y las posibilidades de una mejor comercialización de los productos.
Los dos años no han transcurrido sin dificultades. Las autoridades provinciales han pedido a Madrid que se retire la subvención al colegio Almanzor, «por estimar.. que no cumple las funciones para las que fue creado». Sin embargo, según miembros de la Escuela Campesina que son profesores de dicho colegio, «la subvención del curso pasado fue de 450.000 pesetas, que sabemos que han llegado a Avila y que han sido devueltas a Madrid por las autoridades,de UCD, por lo que no hemos recibido ninguna peseta».
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