Heribert Barrera probablemente no acuda hoy a recibir a Josep Meliá
El recientemente nombrado gobernador general de Cataluña, Josep Meliá, llegará esta mañana a Barcelona. Su llegada coincide con una crítica generalizada de la práctica totalidad de las fuerzas parlamentarias al decreto que regula la normativa y las atribuciones de su cargo.La Mesa del Parlamento catalán se hallaba reunida anoche se esperaba que sus componentes acordaran que Heribert Barrera, como representante del Parlamento catalán, no acudiera a recibir a Meliá. Ayer tarde, el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, se desplazó a la sede del Parlamento catalán para entrevistarse con Barrera y tratar el tema. Por la mañana, el presidente del Parlamento vasco, Juan José Pujana -en Barcelona desde anteayer-, estuvo reunido con Barrera, precisamente para estudiar la toma de iniciativas conjuntas en contra del citado decreto.
«El decreto», manifestó Pujana a la salida de la reunión, «es inaceptable. Crea un Gobierno paralelo en las comunidades autónomas y una superestructura burocrática, al tiempo que atribuye al delegado del Gobierno atribuciones que no le son propias. Creo además que viola el artículo 154 de la Constitución».
Las fuerzas políticas parlamentarias catalanas -a excepción de Centristas de Cataluña-UCD y el PSA- han reaccionado muy críticamente en contra del contenido del decreto. Las críticás se han repartido contra dos aspectos principales. Por una parte, las funciones que se le atribuyen al gobernador general, y por otra, la misma denominación del término «gobernador general», de triste recuerdo para Cataluña. El nombre de «gobernador general» sólo tiene precedentes durante el «Bienio Negro» republicano, exactamente entre el 6 de octubre de 1934 y las elecciones de febrero de 1936, en que el Estatuto de Autonomía para Cataluña estuvo suspendido.
Los partidos catalanes han manifestado públicamente en los últimos días su opinión acerca de la posible inconstitucionalidad del decreto.
La posición más radical fue la adoptada por el presidente de la Cámara legislativa catalana, Heribert Barrera, el cual manifestó que no asistiría a ningún acto oficial mientras que no se modificara el orden de precedencia que establece el decreto.
