Olarra cerrará sus empresas si no se procesa a los secuestradores de sus hijas
Luis Olarra afirmó ayer, en una reunión informativa celebrada -en un hotel madrileño, que o la justicia interviene y procesa a las personas que ocuparon el pasado jueves las oficinas centrales de su empresa, secuestrando a 45 personas, o él cerrará sus fábricas.
El pasado jueves un grupo de personas, entre las que se encontraban trabajadores de Olarra, SA, tomaron, a las diez de la mañana, las oficinas de la empresa en Deusto, y mantuvieron secuestradas a cerca de 45 personas, en su mayoría administrativos de la empresa.Dentro del grupo de los secuestrados (que según Olarra fueron amenazados de muerte) se encontraban dos hijas del industrial vasco. Todos ellos fueron liberados a las diez de la noche del mismo, día, tras intensas conversaciones y negociaciones.
Luis Olarra afirmó en la conferencia de Prensa que «estamos llegando a una situación única en la historia de la empresa vasca, en la que los planteamientos de subversión, violencia y coacción están llevando a las empresas a una verdadera situación de revolución».
Entre las condiciones del industrial vasco para continuar con sus fábricas abiertas se incluye la de que la justicia procese por secuestro a las personas que tomaron las oficinas de su empresa a mano armada y que se acepten los despidos y los expedientes acordados por la dirección. « Sino se aplica la justicia, el cierre de mis fábricas podría llevarse a cabo de forma definitiva».
En este sentido, Olarra señaló que ayer, a las dos de la tarde, se volverían a abrir sus fábricas, siempre que no se presenten en las mismas las veintiséis personas despedidas por haber intervenido en los incidentes del jueves. También informó que ayer mismo se inició expediente contra los 31 miembros del comité de empresa, por participar en los hechos.
Sobre la apertura de sus fábricas, al mediodía de ayer, Olarra afirmó: «Si el gobernador ha dicho que debería abrir las fábricas este lunes por evidentes razones de protección a la economía vasca y en lo que he estado de acuerdo, que empiecen por proteger a los trabajadores de todo tipo de presiones y coacciones». También señaló respecto a la posible alteración. del orden público por mantener las fábricas cerradas que «a unos no les interesa que los trabajadores estén congregados en la calle, pero a mí no me interesa que estén todos dentro, creando discordias, mítines y presiones »
La plantilla de la empresa asciende a 2.140 trabajadores, y el comité de empresa está formado por veinte miembros de CC OO, siete de ELA-STV, dos de UGT, uno de ELA-STV (a) y uno de USO. A este respecto, Olarra señaló: «En el País Vasco la mayoría de los militantes de Comisiones Obreras pertenecen al grupo polaco MK, cuyo planteamiento sindical y de diálogo es nulo».
Luis Olarra se refirió en otro momento de la reunión informativa a la actual situación política y económica del País Vasco. En el tema económico, afirmó que «asistimos a una espiral de desastre económico en el que las empresas se encuentran en una situación de absoluta descapitalización».
Más adelante afirmó que la decisión de tomar la iniciativa en este tema ha sido largamente meditada. «No ha sido tomada por los últimos acontecimientos», dijo. «Es la suma de. factores arrastrados durante años. Los años en que la politización de los trabajadores y las coacciones a todos los empresarios nos van limando día a día nuestras ambiciones de desarrollo y de ir hacia adelante. Buscamos una solidaridad y valentía empresarial para tomar una decisión en beneficio del País Vasco y de toda España».
En cuanto a las amenazas recibidas por parte de ETA, Luis Olarra, tras afirmar que a él nunca le habían amenazado «porque saben que nunca cederé a sus amenazas», declaró que no tenía ningún miedo a morir. «Si supiera que mi vida bastaba para resolver el problema vasco, igual negociaba el tema, pero no creo que esa sea la solución ».
