Se confirma el déficit del sector público en más de 500.000 millones de pesetas

El déficit público está empujando desde hace unos meses los limites establecidos por disposiciones legales vigentes que cifran en un 12% del Presupuesto de Gastos la posibilidad máxima del Tesoro de acudir a la financiación del Banco de España. Este límite fue establecido en las disposiciones de nacionalización del banco emisor en el año 1962 y recogido más tarde en la ley general Presupuestaria, aunque su interpretación es objeto de criterios diferentes por parte del Ministerio de Hacienda y del Banco de España.

De acuerdo con el presupuesto para el año 1980, el límite del 12 % sería de 274.000 millones de pesetas para el Estado y para los organismos autónomos de carácter administrativo, tope que ha sido ya rebasado ampliamente.

Al margen de esta disputa legal que desde hace años enfrenta a los dos organismos citados, lo cierto es que los pronósticos sobre un déficit global de las administraciones públicas más amplio de lo previsto se están cumpliendo, como el propio Ministerio de Hacienda ha reconocido en la memoria económica y financiera que acompaña al presupuesto del año próximo.

El déficit total de las administraciones públicas alcanzará este año la cifra de 510.000 millones de pesetas por lo menos, ya que el Gobierno central arrojará un saldo negativo por importe de unos 400.000 millones de pesetas.

Las desviaciones presupuestarias, las más altas en la historia de las cuentas públicas del país en estos últimos años, afectan no solamente al Presupuesto del Estado, que se espera cierre con más de 70.000 millones de exceso sobre el déficit inicialmente programado, sino por los restantes componentes del sector público.

Entre los organismos autónomos, el crédito al FORPPA (Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios) ha experimentado un avance notable, ya que su deuda con el Banco de España ha pasado de los 109.203 millones de pesetas a finales del pasado año, a 133.070 millones de pesetas a finales de julio, último mes del que se tienen datos reales. Es decir, la financiación de la excelente campaña agrícola de este año ha exigido un aumento de unos 24.000 millones de pesetas de crédito hasta finales de julio, cifra que podría aumentar en los meses siguientes.

Por otra parte, el déficit de la Seguridad Social se espera cierre unos 22.000 millones por encima de lo previsto, aunque se está produciendo una clara tendencia descendente en este déficit respecto a años anteriores.

En cuanto a los entes territoriales, las estimaciones de su déficit para el año completo no serán inferiores a los 80.000 millones de pesetas. De hecho, ya a finales de julio se habían realizado transferencias por importe superior a los 60.000 millones de pesetas y en fecha reciente se ha incrementado su nivel de crédito en los organismos oficiales. La estimación de unos 80.000 millones de pesetas parece, en estas condiciones, bastante posible.

El conjunto de estas cuentas ofrece un saldo negativo en el sector público, de unos 510.000 millones de pesetas, cifra notablemente superior al déficit global programado, que era de 342.100 millones de pesetas para el conjunto de este año.

A finales de julio, la cuenta del Tesoro en el Banco de España se situaba ya por encima de los 600.000 millones de pesetas, cifra inusitada en la historia reciente del sistema financiero español. Y el crédito de la Administración central en el banco emisor superaba los 800.000 millones de pesetas, casi el doble que a finales del año pasado.

El presupuesto para el año próximo, de acuerdo con las intenciones iniciales del Gobierno -ya que está pendiente de discutir en el Congreso y después habrá que ver en qué medida se cumple, cosa que no está sucediendo en estos últimos años, pues una cosa es lo que se presenta y aprueba en la Cámara y otra muy distinta lo que luego se lleva a la práctica-, se plantea ya de entrada con un déficit de 639.800 millones de pesetas, incluyendo los 115.000 millones de pesetas del crédito oficial.