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El presidente francés, Giscard d'Estaing, inicia hoy una visita a China

El presidente de la República Francesa, Valéry Giscard d'Estaing, llegará hoy a la República Popular China para, durante una semana, entrevistarse con las más altas autoridades de Pekín. Ni diplomáticamente ni en el plano bilateral se esperan grandes resultados; pero, en este último aspecto, Francia desea preparar el terreno para ampliar los intercambios comerciales.

Según el programa oficial, Giscard va a ser el primer jefe de Estado occidental que visitará, a título privado, «el techo del mundo», el Tíbet. Al margen de esa novedad turística, el viaje presidencial no parece destinado a alcanzar otros objetivos espectaculares. La paz, el gran papel que la historia le reserva a un pueblo de mil millones de habitantes, y otras generalidades referentes al presente internacional constituirán los capítulos del programa de las conversaciones franco-chinas. Pero las autoridades de Pekín son escépticas ante la distensión y continúan creyendo que el «hegemonismo soviético» es portador de un futuro bélico. Y Giscard, que «mima» al máximo a Moscú y que, tras la invasión de Afganistán, viajó a Varsovia para entrevistarse con Breznev para, en su opinión, trabajar a favor de la distensión, no podría ratificar las posiciones de sus interlocutores.Como en el terreno de la diplomacia, en el comercial, la China de hoy no es la que el general Charles de Gaulle, antes que ningún otro país occidental, reconoció en 1964. Sus relaciones comerciales se han diversificado desde que, en 1959, denunció todos los contratos que la unía n a la URSS. Y Francia, que ocupó el tercer puesto entre sus proveedores, se encuentra hoy en el octavo lugar. Sus exportaciones hacia China alcanzaron el año último 2.000 millones de francos (34.000 millones de pesetas), que representan escasamente el 0,32% de su comercio exterior. Estados Unidos y Japón han copado los mercados chinos. por razones de competitividad.

Este aspecto comerciales el que dominará las entrevistas de Pekín. Giscard va con la intención de extender la cooperación bilateral económica al máximo, a costa incluso de las facilidades de crédito que exige la República Popular para paliar sus modestas posibilidades financieras.

El presidente francés, Valéry Giscard d'Estaing, hará escala en Abu Dabi, durante su viaje a Pekín, para entrevistarse con el presidente de la Federación de Emiratos Arabes Unidos.

El anuncio de esta escala ha suscitado gran interés, y los observadores diplomáticos subrayan que será la primera visita de un hombre de Estado occidental a la región de los emiratos árabes desde que se desencadenó la guerra entre Irak e Irán.

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