Muestra crítica contra la arquitectura moderna

Un grupo madrileño, formado por veintiocho arquitectos, profesores, estudiantes y pintores, presentó el pasado martes, en la galería de arte Ynguanzo, una exposición titulada Arquitecturas modernas, con más de cincuenta dibujos que contienen una postura crítica frente a la arquitectura moderna y posmoderna. Sin definirse como una corriente en la arquitectura española actual, estos autores antiposmodernos «son tradicionales, pero no tardíos; eclécticos, pero no aficionados a las batidoras y mezcladoras».El colectivo se ha ido formando de una manera natural, a través de las relaciones de profesores y estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Madrid, con influencias comunes y unos intereses parecidos en la concepción de la arquitectura, según explicó Antón Capitel, arquitecto, profesor de composición, que interviene en la muestra, junto con otros nombres como Bellver, Soto, Rivera, Cabrero, Feduchi, De la Calzada, Peláez, Aroca, Riviere, Veha, Vellés, Ortiz, Pinés, Tuñón y los pintores Pérez Villalta y Forns.

Con la selección de dibujos expuestos, los autores pretenden ir más allá de la arquitectura moderna de los últimos años y destacar el aspecto formal de los documentos pictóricos y gráficos. Los dibujos, que muestran proyectos como tina plaza de toros en Goya, la casa de la peluquera, la ciudad aquella, un rascacielos en la M-30, plaza de Orcasitas, Nueva Babilonia, dique de un puerto imaginario, edificios en el Jardín Botánico, aburrimiento pompeyano o viaje a Itaca, son estudios para ser construidos o elaboraciones libres.

Sobre la arquitectura posmoderna, Antón Capitel, y por extensión el grupo, opina que conserva muchos vicios de la antigua arquitectura moderna. Son contrarios a la escuela de Venturi, a los ingleses neopop y «la modernalla histérica de las últimas décadas»; quieren recuperar los hallazgos del clasicismo y la arquitectura occidental. Ellos quieren romper con lo abstracto, lo conceptual, el experimentalismo y las actitudes de vanguardia. «Entendemos el progreso de la arquitectura en términos de calidad y no ideológicos. El arte y la arquitectura no tienen posibilidades de ser entendidos de un modo ideológico. Rechazamos también su entendimiento en términos de verdad y búsqueda de perfección, así como la dependencia de la técnica».

Uno de los aspectos que quieren resaltar es la fuerza expresiva y plástica de los dibujos, el descubrimiento de la capacidad figurativa y artística de los recursos arquitectónicos. Una arquitectura ecléctica y plural, que no se agote en el hecho funcional, técnico y social, continuadora del estilo internacional.

Este grupo madrileño está más cerca de los edificios de la Gran Vía o de la calle de Alcalá que de las nuevas edificaciones de la Castellana. Un edificio que no se cansan de admirar: el Bankinter, del arquitecto Rafael Moneo; un teórico, Aldo Rossi, y una referencia pictórica, el arte figurativo.