Hunosa espera mejorar sus resultados con la subvención al carbón siderúrgico

El presidente de Hunosa, José Manuel Fernández Felgueroso, espera poder presentar este año unos resultados favorables de la empresa estatal hullera para mejorar su imagen, especialmente de cara al capítulo de transferencias regionales. El reconocimiento del Gobierno, por primera vez, de la subvención del carbón siderúrgico producido por Hunosa constituirá su baza principal.

Con la aplicación de este capítulo, que permitirá a la empresa presentar un tratamiento contable similar al de la minería privada, y el cumplimiento de las previsiones de producción en algo más del 90% -superior al de los últimos ejercicio-, la dirección tratará de dar a conocer a los españoles una Hunosa distinta que, al contrario que en años anteriores, producirá 300.000 toneladas más que en 1979 y que, además, reducirá sus pérdidas, que el año pasado fueron de casi 19.000 millones de pesetas.Los Presupuestos del Estado para 1980 contemplaban unas previsiones de 16.000 millones de pesetas de subvención para Hunosa. Posteriormente, el Gobierno aprobó, en el pasado mes de agosto, una nueva filosofía de ayuda estatal a la empresa nacional hullera que marcaba entre sus objetivos la obtención de 4,02 millones de toneladas de carbón y establecía, por primera vez para Hunosa, una subvención adicional de 2.500 pesetas por cada tonelada de carbón siderúrgico, con la finalidad de igualarla rentabilidad de su producción a la del carbón térmico, menos afectado por la congelación de precios. Pero esta segunda subvención fue incluida en la primera, de forma que las previsiones de pérdidas se mantuvieron en los 16.000 millones de pesetas presupuestadas inicialmente.

El señor Fernández Felgueroso baraja dos formas de presentar el balance. Consiste en considerar ingresos los tres tipos de subvenciones previstas en la nueva filosofía de la ayuda estatal. Según los presupuestos del Ministerio de Industria, la empresa nacional hullera percibirá 3.500 millones para compensar gastos estructurales atípicos; 2.500 pesetas por tonelada de carbón siderúrgico producida y 2.100 pesetas por tonelada, con independencia de la calidad y destino de la misma. Las estimaciones de producción para este año son de 3,9 millones de toneladas frente a las 4,02 millones que figuraban como objetivo a conseguir, de las cuales un 46% son de carbón siderúrgico.

Con la consideración como ingresos de las subvenciones antes citadas, las pérdidas en el actual ejercicio serían de 5.855 millones de pesetas. Subsidiariamente, el señor Fernández Felgueroso tratará de presentar un balance que arroje unas pérdidas de 17.419 millones, cantidad que resultaría de restar de los 21.800 millones de pérdidas totales la subvención al carbón siderúrgico. Este balance seguiría las mismas pautas que los de Minas de Figaredo, recientemente nacionalizada, o de La Camocha, empresa minera gijonesa de propiedad privada, que incluyen como ingresos subvenciones al carbón siderúrgico.

El presidente de la sociedad está convencido que en el supuesto de que no lo sea el primero, el Instituto Nacional de Industria, accionista único de Hunosa, habrá de aceptar este segundo balance, teniendo en cuenta que ahora se reconoce la subvención al carbón siderúrgico de la hullera estatal. Se trata además de un caso de estricta justicia, manifestó a EL PAÍS José Manuel Fernández Felgueroso, ya que si Hunosa dedicara toda la producción a carbón térmico sus pérdidas serían del orden de los 17.000 millones de pesetas. Hunosa está obligada a mantener una elevada producción de carbón siderúrgico para abastecer la siderurgia nacional.

La crisis de este sector ha provocado la congelación de los precios del carbón coquizable, que mantiene el mismo precio desde 1977. Para comprender el alcance de las pérdidas de Hunosa hay que tener en cuenta que el 60% de sus productos mantienen el mismo precio de venta durante los últimos tres años, comentó a EL PAÍS su consejero delegado, Luis Solera. El Estado recurrió a subvencionar el carbón siderúrgico para incentivar su arranque en la minería privada. Tales incentivos no alcanzaron a Hunosa hasta este año. A partir de la nueva filosofía de ayuda estatal, la empresa nacional hullera podrá tener un tratamiento contable similar al del resto de las sociedades mineras del Mercado Común.