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La guerra entre Irán e Irak

Jomeini rechaza toda negociación con Saddam Hussein

El ayatollah Jomeini descartó ayer, por primera vez, toda posibilidad de negociación con el régimen iraquí mientras las tropas de Bagdad permanezcan en territorio iraní, y pidió a las fuerzas armadas de Irán que prosigan la guerra hasta el derrocamiento de Saddam Hussein.En un mensaje a todo el país, difundido por radio, el imán iraníhizo también un llamamiento a todas las fuerzas militares y políticas del país -incluidos implícitamente los grupos de izquierda fedayines y muyaidines- para que luchen hasta el final contra Irak.

«No negociaremos con esas gentes si no evacuan nuestro territorio», afirmó Jomeini, que explicó la guerra corno «un combate por el Islam» contra Saddam Hussein, «hombre ateo y corrupto», pero no contra el «pueblo amigo» de Irak. Jomeini, que se abstuvo de atacar directamente a EE UU, limitándose a denunciar a las superpotencias, concluyó su mensaje a la nación iraní afirmando: «No importa si morimos todos. Iremos al paraiso». En Teherán, mientras tanto, donde el racionamiento de la gasolina ha reducido al mínimo la circulación, se asiste a una auténtica movilización popular -especialmente entre los jóvenes-, en nombre de «la defensa del Islam y contra los infieles».

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Con estas declaraciones, el máximo líder religioso iraní rechaza cualquier tipo de mediación en el conflicto y la apertura de unas negociaciones que Bagdad parece desear al encontrarse en posición de fuerza, dado que ocupa algunas pequeñas parcelas de territorio iraní.

Las autoridades iraníes informaron anoche en Teherán que 140 carros de combate del Ejército iraquí fueron destruidos o capturados por el Ejército iraní. Estos hechos se produjeron durante los combates librados ayer en Elam y Jorramshar, zona donde se concentra la principal actividad bélica. Asimismo, Teherán reconoció que en una pequeña zona del centro de esta ciudad del suroeste iraní se libran combates encarnizados que llegan incluso al cuerpo a cuerpo. Varias unidades del Ejército iraquí permanecen cercadas en esta zona céntrica de Jorramshar y cuentan con carros de combate y artillería. Además, los boletines informativos de la televisión iraní admitieron anoche que la mezquita de Jorramshar había sido atacada y dañada por la aviación enemiga.

La ciudad de Abadán fue ayer nuevamente bombardeada. Las autoridades iraníes realizan en las últimas horas una campana vigorosa para conseguir la pronta incorporación a filas de los jóvenes iraníes que han sido recientemente movilizados. Centenares de jóvenes entre doce y dieciocho años afluyen a las principales ciudades del país para alistarse en los banderines de enganche, y desde sus tumultuosas caravanas, que recorren las principales calles de Teherán, se les escucha gritar ¡Assura!, que hace alusión al sacrificio de la vida por la patria iraní.

Las calles de Teherán destilan una atmósfera patriótica salpicada de cantos de batalla y gritos de alegría que invitan a todos los jóvenes a integrarse al Ejército. Asimismo, las autoridades hacen llamamientos a los propietarios de vehículos para pedirles que los cedan para transportar a los jóvenes a las líneas de combate o a puestos de retaguardia próximos al frente. El ambiente festivo de las calles de Teherán contrasta con las estrictas medidas de seguridad decretadas por las autoridades. En las calles no hay luz, para guarecerse de eventuales y cada vez más remotos bombardeos, y jóvenes pasdaran dan instrucciones a los transeúntes.

Por primera vez des,de que comenzó esta guerra, ayer un avión civil de la compañía Iran Air, procedente de Atenas, aterrizó en el aeropuerto de la capital iraní. El avión, en el que viajaba este enviado especial, fue escoltado por dos aviones Phantom de la fuerza aérea iraní desde que entró en su espacio aéreo. Los pasajeros del jumbo, entre los que se encontraban centenares de niños, aplaudieron rabiosamente cuando fueron informados de la inesperada escolta por el capitán Bassissani, comandante de la nave Juzestán, que arribó al aeropuerto de Mehrabad. Las autoridades iraníes aseguran que paulatinamente se irán abriendo las aeropuertos al tráfico civil, si bien las medidas de precaución siguen siendo rigurosas en todos los aeródromos.

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