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Reivindicación prioritana de los conciertos económicos en la fiesta del PNV

El presidente del consejo nacional del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzallus, insistió el domingo, ante una gran multitud congregada para asistir a los actos del Alderdi Eguna (Día del partido), en la reivindicación prioritaria de los conciertos económicos, que permitirán a la comunidad autónoma disponer de una hacienda pública propia en el próximo ano, según las previsiones de los nacionalistas. Arzallus calificó también de inaplazable la constitución de la junta de seguridad, en un discurso pronunciado ante unas 200.000 personas, según estimación de los organizadores, en las campas de Iciar, cerca de Deva, en Guipúzcoa.La celebración del AIderdi Eguna coincidía, en esta ocasión, con el 85º aniversario de la fundación del partido por su principal inspirador, Sabino Arana. El presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, aseguró que existen problemas urgentes, sin cuya rápida solución podría ponerse en peligro la supervivencia de los vascos como pueblo, y se refirió a la situación del eusquera y a la crisis económica. En concreto, señaló que si la industria pesada vasca se hunde, « la labor de este pueblo va a ser tremendamente difícil, por no decir imposible».

Garaikoetxea habló de la dificultad de gobernar Euskadi en las actuales circunstancias, y rechazó, sin embargo, cualquier vía diferente de la política. « Es mucho más fácil gritar independencia que traer un paquete de transferencias», dijo el presidente, y criticó a los grupos que se arrogan la representatividad del pueblo trabajador siendo minoritarios en las urnas, y ponen en peligro «la propia supervivencia industrial de este país».

Arzallus se refirió en su intervención, calurosamente acogida por los asistentes, al cumplimiento de las promesas efectuadas en el Alderdi Eguna del pasado año, concretamente la aprobación del Estatuto y la constitución del Gobierno y del Parlamento. Contrastó estas realidades con la actitud de otros sectores políticos, diciendo que «piden libertad para los presos, y cada vez hay más en las cárceles».

Arzallus se detuvo en algunos de los temas habituales del PNV. Rechazó las acusaciones de ambigüedad y reafirmó el derecho del partido a establecer libremente su política, sin sentirse afectado por quienes dicen que existe un pacto con UCD, «aunque sea mentira o aunque fuera verdad». Denunció la práctica de la violencia, la manipulación, los secuestros y las torturas, «que vienen de los dos bandos», y recordó que su partido prohíbe el pago del llamado impuesto revolucionario. Defendió la incorporación de Navarra a la comunidad autónoma, por procedimientos pacíficos y democráticos, sin presiones, y dijo que «si Navarra no viene, lloraremos».

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