Clima de violencia en el conflicto del puerto de Bilbao
Sin resultados concretos finalizó la entrevista mantenida ayer por una representación de la Coordinadora de Trabajadores del Puerto de Bilbao con el consejero vasco de Transportes, José Luis Robles, al que la citada coordinadora hace principal responsable del conflicto que desde hace quince días tiene semiparalizado dicho puerto.
Mientras tanto, el clima de violencia existente entre dos sectores rivales del transporte de Vizcaya (los autónomos y los agrupados en la patronal Asetravi) se extendió en las últimas horas a otros sectores de la población, produciéndose serios enfrentamientos entre un grupo de transportistas autónomos y algunos afiliados del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de Santurce, ante cuya sede social se manifestaron los primeros.La coordinadora, en conferencia de Prensa celebrada ayer en Bilbao, criticó duramente la actitud del Gobierno vasco, al que acusó de «escudarse en- una falta de competencias, no del todo real, para dejar pudrirse la situación». Los trabajadores, que también se habían entrevistado la víspera con el gobernador civil de la provincia, consideran que, si bien es cierto que el Ejecutivo vasco carece de competencias sancionadoras y de inspección, sí tiene en cambio capacidad legislativa, por lo que bastaría una breve declaración anunciando la próxima regulación legal de los «centros de distribución de carga» (cuyo cierre por la autoridad gubernativa estuvo en el origen del conflicto) para que tales centros fueran de nuevo autorizados a funcionar, con lo que la normalidad volvería de inmediato a los puertos.
Los trabajadores insinuaron en este sentido la posibilidad de que el Gobierno vasco estuviera permitiendo a propósito el deterioro de la situación para así «ilustrar ante Madrid los efectos de la falta de competencias y urgir un rápido acuerdo sobre las transferencias pendientes».
Por su parte, portavoces de la patronal Asetravi denunciaron el «incremento de las agresiones contra los transportistas que quieren trabajar» y el mantenimiento de «un clima de violencia que impide todo diálogo». La citada patronal contabilizó, en un informe hecho público ayer, un total de 56 ruedas pinchadas, 24 lunas rotas y 2 chóferes lesionados.
Entre los incidentes producidos en los dos últimos días hay que incluir la detención de 108 personas que. concentradas ante las puertas de la factoría de Altos Hornos de Vizcaya, trataban de impedir el acceso a la misma de un convoy de catorce camiones.
Pero el incidente más grave se produjo en Santurce, donde un grupo de transportistas, con sus mujeres e hijos, se manifestó ante el batzoki (casa social) del PNV a los gritos de «¡UCD-PNV, con el transporte no vais a poder!», respondidos, según informaron ayer los representan tes de la coordinadora, por gritos como «¡Maketos, iros a España! ». Aunque las versiones son contradictorias, parece ser que la herida causada a un niño, hijo de uno de los manifestantes, por un vaso lanzado desde el interior del batzoki fue la causa que provocó tales insultos y la generalización del enfrentamiento. Las mismas fuentes aseguraron que medio centenar de militantes del PNV rodearon a última hora de la noche el establecimiento de un concejal de Herri Batasuna.
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