Detectados en Vizcaya dos casos de la "enfermedad del legionario"

Un oficinista de Bilbao, de 44 años de edad, y un obrero autónomo del campo, de 37 años, vecino de Derio, se encuentran ingresados en la residencia sanitaria de Cruces, de Baracaldo, desde hace mes y medio y diez días, respectivamente, aquejados de la «enfermedad del legionario». Según el jefe de Medicina Interna de dicho centro, doctor Aguirre, el estado de uno de ellos es preocupante, mientras que el del otro evoluciona favorablemente. Ninguno de los dos pacientes ha viajado recientemente a Inglaterra ni existen datos de la enfermedad en sus medios familiares o laborales, según informó la agencia Europa Press.Hace ahora mes y medio que se sospechó del diagnóstico del primer enfermo, al interpretar correctamente el cuadro respiratorio agudo que tenía con manifestaciones neurológicas que le afectaban en el lenguaje y con diarreas.

Por otra parte, según informó nuestra corresponsal en Alicante, Mari Carmen Raneda, tan sólo seis clientes (dos alemanes, dos ingleses y dos españoles) quedaban ayer en el hotel Río Park, de Benidorm, el establecimiento donde pasaron sus vacaciones los británicos afectados por la enfermedad del legionario. También los médicos ingleses y españoles, que, por cierto, permanecieron alojados en el hotel y utilizaron sus dependencias no sólo para dormir, sino también para comer, abandonaron en la tarde del domingo la ciudad Y se trasladaron a Majadahonda, donde se encuentra el Centro Nacional de Microbiología y Virología, para proseguir allí sus estudios.

Ahora ya sólo queda esperar los resultados, aunque se cree que éstos no se producirán en un plazo inferior a los quince días. Se sabe que, además del agua, se han realizado análisis de sangre a los empleados del hotel, los mismos análisis que ya se efectuaron en ocasiones anteriores, cuando también se detectaron casos del mismo mal. Siempre se obtuvieron resultados negativos.

Con el hotel prácticamente vacío, los trabajadores del mismo han optado por tomar ahora sus vacaciones, mientras los médicos dictaminan y dan sus resultados. «Ahora todos estamos pendientes de lo que digan los médicos; después ya veremos qué se hace», ha dicho el director del hotel, quien no se atreve a evaluar las pérdidas que todos estos sucesos han supuesto para la empresa.