El Gobierno de Teherán llama a filas a 120.000 reservistas
El presidente iraní, Abolhassan Banisadr, asumió ayer personalmente el mando de las operaciones militares en el oeste del país, al tiempo que un comunicado difundido por el Estado Mayor iraní señalaba enfrentamientos militares a lo largo de los 1.515 kilómetros de frontera entre Irán e Irak, desde el límite turco hasta el golfo. La primera decisión del presidente Banisadr consistió en llamar a filas a todos los reservistas que acabaron su servicio militar en 1977, aproximadamente unos 120.000 hombres.
En Bagdad, la agencia oficial de Prensa Ina informó que la aviación iraquí bombardeó ayer «concentraciones de militares iraníes» en la región fronteriza de Sumar, en el noreste de Irak, y denunció un bombardeo iraní contra instalaciones económicas de Irak, situadas en el estuario de Chatt el Arab.Ante la gravedad de la situación en la frontera Oeste, el presidente Banisadr se desplazó ayer por la mañana a la sede del Estado Mayor conjunto en Teherán para conversar con los principales mandos militares y hacerse cargo de la dirección de las operaciones.
Fuentes diplomáticas aseguran, sin embargo, que el ayatollah Jomeini, principal autoridad iraní, se reunió el pasado jueves con los responsables del Ejército para aconsejarles una gran moderación ante Irak.
Veinticuatro horas antes de que se celebrase la mencionada reunión, unos 5.000 hombres del Ejército iraní fracasaron en un intento de reconquistar un territorio de 1.440 kilómetros cuadrados, situado en la región de Musian y Zein al O'Oas, que las tropas iraquíes ocuparon a partir del 4 de septiembre y que el Gobierno baasista de Bagdad considera come, parte integrante de Irak.
A pesar de los consejos de prudencia prodigados por el ayatollah Jomeini, fuentes diplomáticas árabes creen que Irán proyecta una nueva ofensiva para intentar recuperar la zona, y, en previsión de este segundo ataque, el Ejército iraquí se esfuerza por consolidar sus posiciones en la región de Musian.
En total, Irak ha destacado la cuarta parte de su Ejército -unos 50.000 hombres- a lo largo de su frontera con Irán, pero sólo 10.000 han participado directamente en los combates. Aunque fuentes vinculadas a los servicios de espionaje norteamericanos -que restan sistemática mente importancia a los choques armados- aseguran que hasta el momento tan sólo 5.000 soldados han tomado parte en los enfrentamientos.
Fuentes árabes informadas aseguran que las unidades enviadas a la frontera por Bagdad están casi exclusivamente integradas por soldados de confesión sunita. Las autoridades iraquíes temen, al parecer, que los soldados de confesión chiita se nieguen a combatir contra las tropas iraníes.
Queda por ver ahora, opinan las mismas fuentes, si Bagdad se dará por satisfecho con la proclamación de su soberanía sobre el estuario de Chatt el Arab y la rectificación fronteriza impuesta Irán o si tratará de conquistar, en nombre de la soberanía árabe, las tres islas situadas en el estrecho de Ormuz (Gran y Pequeña Tomb y Abu Mussa), administradas por Irán desde 1970.
Las autoridades de Teherán han dado claramente a entender que en caso de agresión iraquí contra las tres islas no dudarían en hundir varios barcos en el estuario de Chatt el Arab, bloqueando así el acceso a dos de los principales puertos petroleros y refinerías del mundo, Abadan y Basora. Tal medida tendría una incalculable repercusión sobre el abastecimiento energético de Europa.
Expertos militares occidentales creen, sin embargo, que Irak no se atreverá, por ahora, a intentar un desembarco en las islas a causa de la relativa debilidad de su Marina de guerra y preferirá esperar al año próximo, cuando Italia le haya entregado varios barcos de guerra. La Liga Arabe y la OLP han iniciado gestiones con vistas a intentar mediar entre ambos países para evitar una guerra abierta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.