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Estreno de "La lozana andaluza", vista por Rafael Alberti y Carlos Giménez

Esta noche se presenta, en el teatro Maravillas, de Madrid, la obra La lozana andaluza, una visión del poeta y dramaturgo Rafael Alberti sobre la novela del mismo título de Francisco Delicado (siglo XVI). El espectáculo, con escenografía de Asdrúbal Meléndez y dirección escénica de Carlos Giménez, se estrenó el pasado mes de agosto en Cádiz y ha realizado una gira por Santander, Vitoria, La Coruña y Bilbao. En el reparto, de cerca de treinta actores, figuran María José Goyanes, Juan Ribó, Queta Claver, Ana Frígola, Julia Tejela, Angel Pardo y Marisa Naya.

Rafael Alberti interviene también como actor, en el papel de un poeta que presenta al autor Francisco Delicado, incorporado como personaje de la obra. Así culmina el proceso de su identificación con la obra y el montaje, ya que, según declaró ayer el director Carlos Giménez. «Alberti ha acabado haciendo una obra original, ha profundizado en la época del Renacimiento y ha dado el sentido del espectáculo». Ha modificado gran parte de su primer su primera versión, escrita en 1963 y publicada en 1975 en la revista Primer Acto. Al comienzo de los años setenta, la censura no autorizó el proyecto de Nuria Espert de estrenar la obra con dirección del italiano Laca Ronconi. El presbítero Francisco Delicado, natural de Peña de Martos (Córdoba), escribió La lozana andaluza en Roma, en 1524, publicado sin su nombre, en Venecia, cuatro años más tarde.Alberti señala que sometió a su Lozana andaluza a «diversas operaciones quirúrgicas», con nuevas escenas y relaciones entre los personajes, acentuando el amor entre Rampín y la «Lozana», el poder misterioso, mágico, y el final violento de Rampín. «El personaje creado por María José Goyanes, su "Lozana", mujer real y no de Ficción, que habitó en Roma desde el pontificado de León X hasta los días del saqueo de la ciudad, no coincide con tal físico tópico de una bronceada hembra andaluza. La creación del personaje corresponde a su interpretación de actriz y logra una nueva visión física de la "Lozana"».

Carlos Giménez, director del grupo Rajatabla, de Caracas, ha planteado el montaje de La lozana andaluza desde una perspectiva ideológica y de rigor estético. «El texto de La lozana andaluza parece ingenuo, la historia de una puta que se hace rica, cuando en realidad se trata de la historia de una marginada que tiene que elegir una vez instalada en el poder. Un poeta con la dimensión política de Alberti acentúa estos rasgos, con el planteamiento de la lucha de clases, la época del Renacimiento y la postura de la Iglesia. En el montaje aparece este destino social de la "Lozana" y la situación miserable del pueblo, con una Iglesia convertida en instrumento político».

«En el aspecto teatral», añade, «mi lenguaje como director pasa por la unidad del espacio y el tiempo, una interpretación sincera, no solemne, pero intelectualmente comprometida, con personajes que tengan un sentido social. Creo haber conseguido un equilibrio entre la emoción y mi estilo más distanciado, con objeto de que se ofrezca un hecho vital, un personaje bondadoso y maligno, y el entorno histórico, sin ser una obra historicista. La escenografía parte de un elemento cotidiano, un cesto de ropa, que se multiplica en diversos tamaños hasta rodear el escenario. Es un elemento útil y dinámico para el actor y el espectáculo».

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