La Policía Municipal femenina se niega a llevar armas

La Policía Municipal femenina madrileña, integrada por unas doscientas mujeres, se niega a llevar armas de fuego, tal como proyecta el ayuntamiento, y, en este sentido, ha solicitado al comité de empresa que negocie esta reivindicación.Según manifestó a EL PAÍS una agente de la Policía Municipal, miembro del comité de empresa, la negativa a llevar un arma obedece a que esto no solamente no supondría una mayor seguridad para los ciudadanos y para ellas mismas, sino que además serían un fácil blanco para los delincuentes sedientos de armas, que podrían arrebatárselas.

«Hace ya tiempo que un sector de compañeros policías», continúa la portavoz del comité, «ha pedido realizar su trabajo sin pistolas, y ahora resulta que nos han comunicado que nosotros también la vamos a llevar».

El mismo portavoz añadió que la utilización del arma es doblemente peligrosa, por cuanto no hay nada legislado acerca de cómo, cuándo y hasta dónde pueden utilizar el revólver. «Lo que nosotras y muchos compañeros solamente tenemos muy claro es que esas armas servirían para abastecer a los delincuentes, porque nosotras no tenemos una preparación física adecuada y, por tanto, no podríamos evitar que alguien nos robara el arma».

Según las comunicaciones verbales que las agentes han recibido en sus agrupaciones, el arma que tendrán que llevar será un pequeño revólver colgado en una parte bien visible del uniforme. Para ello, en breve, tendrán que empezar a asistir a unas clases para aprendizaje y entrenamiento de tiro.

Las policías aseguran que están dispuestas a plantarse y a no asistir a las clases de tiro ni llevar el arma, aunque corran el peligro de ser expedientadas. Para evitar esta situación, el comité planteará esta reivindicación al responsable de Seguridad y Policía Municipal, José Barrionuevo.