El PNV manifiesta sus reservas respecto a las intenciones del Gabinete

Inmediatamente después de los socialistas vascos correspondió el turno al Grupo parlamentario Vasco-PNV. Su portavoz, Marcos Vizcaya, marcó claramente distancias respecto al Gobierno, en una intervención bastante dura, que fue contestada por el ministro Martín Villa con la petición de que la minoría vasca ayude a gobernar el Estado con sinceridad y sin recelo.«El programa económico planteado», dijo Marcos Vizcaya, «contiene un diagnóstico insuficiente de la situación. El problema energético no es la única causa de la crisis. En relación con las medidas que se pretenden poner en juego, nos parecen técnicamente aceptables, pero quisiera preguntar cómo se va a realizar el relanzamiento de la inversión pública. Se echa en falta imaginación en este planteamiento. Se podría haber tenido en cuenta las necesidades en materia de tecnología que tenemos planteadas. Sin una inversión fuerte en materia tecnológica, no podremos avanzar».

«Tenemos dudas razonables de que este Gobierno pueda dar respuesta a los planteamientos económicos que esboza, porque hasta ahora, contando con los mismos respaldos, no lo ha hecho. Al hablar de empresas económicas en crisis tenemos que destacar la discriminación que se da en las empresas privadas respecto a las públicas. Consideramos que es necesaria la articulación del Gobierno con las comunidades autónomas a la hora de afrontar los problemas de la crisis».

«En otro orden de cosas, siempre hemos pensado que el desarrollo constitucional debía atender a las graves necesidades de la sociedad. No siempre ha sido así. No acaba de aparecer el estatuto de las libertades públicas. Tampoco las leyes-marco imprescindibles para el desarrollo de las comunidades autónomas. Pedimos un ritmo más acelerado en la presentación de leyes».

«Pero si algún capítulo merece la más dura crítica es la política autonómica. La falta de ideas y de coraje es lamentable. En julio de 1979 surgió el Estatuto de Guernica como una obra de todos. Quien más y quien menos cedió en aras del acuerdo. Se abrió una luz para el pueblo vasco, pero poco duró la ilusión. El proceso de no transferencias permanece estancado desde 1979. El Gobierno mantiene una actitud de bloqueo hacia los poderes públicos vascos, con gran recelo y desconfianza. Hace unos meses, el PNV volvió a la comisión de transferencias y presentó un calendario concreto que, hasta el momento, no ha sido tenido en cuenta. La comisión de conciertos lleva reuniéndose desde la etapa preautonómica y no ha llegado siquiera a acuerdos generales».

«Nuestros planteamientos en la comisión de transferencias no son inviables, como algunos dicen para desprestigiamos. Son los recelos hacia los poderes vascos los que están impidiendo poner en marcha el Estatuto, y mientras esto persista no será posible dar un final feliz al contencioso vasco. Si una persona impide el cumplimiento de una ley, como es un estatuto de autonomía, debe ser apartada como lo son aquéllas que no respetan otras leyes. No bastan las promesas; son los hechos los que importan».

«El mensaje del presidente Suárez provoca sentimientos encontrados en nuestro grupo. Satisfacción por el intento de solucionar las autonomías de Galicia y Andalucía y por el propósito de dar salida a los problemas autonómicos de otros territorios, pero, señor presidente del Gobierno, en materia autonómica no habéis gobernado. Los Gobiernos autonómicos deberían haber encontrado un apoyo eficaz y no ha sido así. Se ha pensado más en los intereses de partido que en los del Estado».

«Hoy necesitamos saber cuál es el compromiso concreto del Gobierno en el tema autonómico. ¿Cuál es el calendario específico con que el Gobierno pretende afrontar estas cuestiones? La confianza hay que mantenerla día a día y paso a paso. La confianza se niega o deniega por razones de credibilidad, y no por motivos de coyuntura, y hasta ahora no hemos encontrado motivos a favor para apoyarle, señor presidente».

Seguidamente, el ministro de Administración Territorial, Rodolfo Martín Villa, hizo uso de la palabra para manifestar que «el Gobierno entiende que el proceso autonómico debe descansar en los principios de igualdad, solidaridad y generalidad, y que está dispuesto a ceder poderes en la zona en que confluyen sus atribuciones con las de las comunidades autónomas en aras de hacer gobernable este país. El Gobierno va a impulsar la elaboración de los estatutos de autonomía pendientes antes de que termine el mandato por el cual fuimos elegidos diputados y senadores. El Gobierno aprobará en breve plazo el estatuto de los delegados del Gobierno en las comunidades autónomas, y tiene interés en extender los niveles de competencias ofrecidos en los estatutos vasco, catalán y gallego a las comunidades autonómicas, con la finalidad de facilitar la gobernabilidad que sirva al mismo tiempo de entrenamiento.

Lo autonómico se consolidará si el País Vasco, Cataluña y Galicia especialmente consolidan sus estatutos autonómicos. Puedo asegurar que proseguiremos en este esfuerzo».

«Respecto a los traspasos a la comunidad autónoma vasca, ha habido un clima de mejora, que espero incrementará la aceleración de las transferencias. Yo les diría a los miembros del grupo parlamentario vasco que nos ayuden a gobernar el Estado con sinceridad y sin recelo, de la misma forma en que nosotros, con sinceridad y firmeza, hemos realizado una política autonómica».