Los militares turcos dejarán una nueva Constitución a los civiles

Viene de primera páginaLos objetivos de esta «operación» fueron enumerados así por el nuevo jefe del Estado turco: preservar la unidad nacional, proteger vidas y propiedades frente al terrorismo, reinstaurar la autoridad del Estado, asegurar la paz y la armonía social, crear un régimen laico y republicano basado en la libertad individual y el respeto a los derechos humanos,y, por último, devolver el poder a la Administración civil, dentro de ese período «razonable» de tiempo.

Ante centenares de periodistas de todo el mundo, que abarrotaban la sala, y flanqueado por los otros cuatro generales miembros del Consejo Nacional de Seguridad, Evren anunció el inminente nombramiento, esta misma semana, de un Consejo de Ministros, formado por personalidades civiles, y la próxima creación de una Asamblea constituyente, encargada de redactar una nueva carta fundamental para el país.

Los nuevos ministros serán, según todos los indicios, tecnócratas sin militancia política definida. Se ignora cómo y cuándo serán designados los miembros de esa futura Asamblea constituyente, aunque se piensa que estará compuesta por juristas y que su labor principal será crear las bases para un régimen presidencialista, en el que el poder ejecutivo esté dotado de grandes atribuciones.

La Junta Militar, o Consejo de Seguridad Nacional, dará cierto carácter formal a su presencia en el poder, mediante una ceremonia de juramento que tendrá lugar posiblemente hoy, miércoles, en Ankara. Este Consejo Nacional de Seguridad concentra todos los poderes del Estado y gobierna por decreto.

El general Evren dedicó la mayor parte de sus palabras en la conferencia de Prensa a justificar la necesidad de una intervención militar, ante el estado de anarquía y descomposición en que se encontraba el país. «Las fuerzas armadas turcas», dijo, «siempre han actuado en favor de la democracia; pero la democracia no significa que cada uno pueda hacer lo que quiera».

Para luchar contra el terrorismo, una de las principales tareas a que debe hacer frente el régimen militar, Evren dijo que se creará legislación adecuada, se reformará el código penal y se acelerarán al máximo los procedimientos judiciales. En el aspecto económico, los militares seguirán el programa de estabilización creado por el derrocado Gobierno conservador de Suleimán Demirel.

Los líderes de los partidos políticos principales, explicó el general Evren, no están detenidos, sino «bajo la custodia de las fuerzas armadas», y quedarán libres en un futuro próximo.

Los partidos políticos no están prohibidos, sino, al igual que el sistema democrático, «temporalmente suspendidos». Y cuando llegue el momento de convocar nuevas elecciones, se les avisará con tiempo suficiente para que puedan hacer campaña electoral.

La política exterior turca continuará igual, aseguró el nuevo jefe de Estado, que hizo especial referencia a la OTAN y a la permanencia en ella de Turquía, y expresó una voluntad negociadora en el conflicto con Grecia, sobre Chipre y el mar Egeo.

Los principios ideológicos de Mustafá Kemal Ataturk, el fundador de la República, fueron invocados por el general Evren, tanto para justificar la intervención militar como para esbozar las acciones que pretende emprender el nuevo régimen. Especial atención se dedicará a las enseñanzas que se imparten en escuelas, institutos y universidades, según dijo Evren, ya que se ha abandonado en muchas de ellas el kemalismo por doctrinas foráneas e «ideologías reaccionarias de derecha y de izquierda», que corrompen a la juventud.

Evren insistió en que no se perseguirá a los militantes o dirigentes de los partidos políticos y que «sólo los que han cometido crímenes tendrán que responder de ellos». La democracia, dijo más adelante, se restaurará cuando sea seguro hacerlo, y en ningún caso, para retornar al régimen de impotencia y de «excesiva tolerancia» que ha llevado a Turquía a la situación actual.

«Una vez cumplida esta misión histórica con dignidad y dedicación, las fuerzas armadas turcas volverán a su tarea original, que es la defensa de la patria», aseguró por último el general Evren.