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El presupuesto para el próximo año incrementa en un 36% la partida destinada a los ayuntamientos

Las haciendas locales podrían ver incrementados sus recursos durante el próximo año en unos 48.000 millones de pesetas, cifra que representaría un crecimiento del orden del 36%, según las previsiones presupuestarias que se contendrían en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado a remitir por el Gobierno próximamente a las Cortes. Este aumento será, sin embargo, insuficiente para cubrir los gastos de estos entes, que probablemente tendrán un nuevo e importante déficit en 1981, según impresiones recogidas entre los responsables de las haciendas locales.

El aumento del 36% en los ingresos elevaría el total de recursos ordinarios de las corporaciones locales a unos 183.200 millones de pesetas. Pero este incremento no se debe a un incremento en la presión fiscal ejercida por los ayuntamientos solamente, sino a nuevas cesiones de impuestos estatales y al aumento vegetativo de algunos de los impuestos propios o cedidos.

La presión fiscal local

El aumento de los impuestos municipales cubriría, en efecto, menos de un tercio de este aumento del 36% previsto para el conjunto de los ingresos municipales. Exactamente se estima que la presión fiscal local aumentará en 1981 en un 11%, debido a retoques o a nuevas formas de administración de la contribución urbana y la licencia fiscal.Los impuestos propios de los municipios representan una parte relativamente pequeña dentro del conjunto de los ingresos fiscales que perciben los ayuntamientos, ya que se sitúan en torno al 30% de éstos.

La parte más fuerte es la que procede de las transferencias del Estado por la participación de las haciendas locales en los impuestos indirectos, que ascendieron en 1980 -según lo presupuestado- a unos 63.500 millones de pesetas.

El tercer capítulo de los ingresos municipales está integrado por transferencias diversas, debidas a participaciones en determinadas recaudaciones, como el juego, o a subvenciones y participación del Estado en cancelación de las deudas contraídas por los ayuntamientos hasta finales del año 1979.

Los nuevos recursos con que contarían las corporaciones locales en 1981 procederían, además del mencionado aumento de la presión fiscal propia en un 11%, del aumento vegetativo en la recaudación de impuestos indirectos en los que los ayuntamientos tienen una participación porcentual y que añadirían un 15% más a sus recursos, y de nuevas cesiones en un 10%. En total, la suma de estos tres capítulos daría los 48.000 millones de pesetas más para el año 1981; es decir, un 36 % de aumento relativo sobre los recursos disponibles a lo largo de este año.

Insuficiencias

Según algunos responsables del área financiera de corporaciones locales, este aumento de fondos no alcanzará a cubrir las necesidades de las corporaciones locales, que este año tendrían un déficit no inferior a los 60.000 millones de pesetas en su conjunto. La dotación de servicios municipales mejores tenderá a ser cubierta en algunos casos mediante políticas de tarifas más reales, como sucede con los transportes, sobre todo en las grandes ciudades, en las que se intentará cubrir a través de las tarifas una parte mayor de los costes. Lo mismo podría suceder en otros servicios. Pero aun así, las necesidades financieras de las haciendas locales superan a los ingresos esperados para los próximos años.La necesidad de incrementar la participación de los ayuntamientos en los impuestos estatales y en las transferencias es para la mayoría la opción más fácil y más justa, ya que esta participación en el conjunto de los ingresos públicos es bastante baja en comparación con otros países europeas, en donde las corporaciones locales gestionan un mayor volumen relativo de recursos fiscales. Esto permitiría, por otra parte, un mayor acercamiento del contribuyente al gasto público o viceversa.

Entre los impuestos que los responsables de las haciendas municipales reclaman al Estado se encontrarían un volumen adicional de participación en impuestos indirectos (un 1% o un 2% más que en la actualidad, que está en el 8,5%) y la instauración de un porcentaje, que algunos solicitan sea del 5%, sobre los ingresos del impuesto sobre la renta, lo que podría contribuir a dejar a las haciendas locales muy cerca del equilibrio presupuestario.

De hecho, para 1981 la participación en impuestos indirectos va a ser elevada hasta el 10%, es decir, un 1,5% más que este año, de acuerdo con las previsiones iniciales. Y la tasa del juego podría ser elevada al 20%, mejorando, por tanto, los ingresos municipales en unos 2.500 millones de pesetas más.

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