Manifestaciones de feministas contra la última película de Brian da Palma

La película hecha en Hollywood Dressed to Kill ya se está proyectando en Estados Unidos con éxito. Miles de personas ven diariamente este filme de Brian da Palma, cuyo título podría traducirse al español como Vestido para matar.

La película pretende estar en la línea de Alfred Hitchcock, es decir, en el clásico suspense, aunque su calidad es inferior a la de los grandes trabajos del maestro, que falleció recientemente.

Las feministas norteamericanas se están revelando contra Dressed to Kill porque con su mensaje de sexo y sangre humilla la condición femenina, según dicen.

Regularmente, dado el éxito de la obra, grupos de feministas se manifiestan desde principios de agosto por las calles de Hollywood y piden a la gente que hace colas ante el cine que no compre localidades. No se les hace mucho caso, pero molestan al pacífico y sonrosado espectador, que espera como Drácula su ración de sangre cotidiana.

En síntesis, la historia trata de un psiquiatra que quiere ser mujer. Como no lo consigue, intenta reafirmar su personalidad de hombre, haciendo desaparecer del mundo a los seres que no le aceptan en su sexo, es decir, a todas las mujeres que se le ponen delante. Mata mucho y muy bien. Sus asesinatos están muy logrados, son muy artísticos.

Las paradojas de un sistema democrático

Las feministas se sienten víctimas de este hombre que quisiera engrosar sus filas. Por eso protestan. Dicen que la película es una invitación para que todo desequilibrado se cebe en ellas.Pero alpretender que la gente no ejerza su derecho de ver lo que le plazca, las feministas están ejerciendo una forma de censura, dice mucha gente en cartas a los periódicos. Así que la pescadilla se está mordiendo la cola: igualmente importante es el derecho de la mujer a ser respetada que el de los espectadores a ver lo que les plazca.

La gente, en este país, ya no se entiende tan bien como cuando veía películas románticas y tontas.