"El factor humano", de Preminger, en las últimas sesiones
Mañana finaliza la Mostra Internacional del Cine, de la Bienal de Venecia, con la proyección de El factor humano, de Otto Preminger, y la entrega de los tres Leones de Oro a Películas que aporten valores al mundo cinematográfico o de la televisión, que muestren novedades en la técnica o lenguaje y que sean la primera obra de un director.Nadie se atreve a seleccionar tres películas para el premio, ya que la tónica general de las películas presentadas a concurso es de una tranquilidad desapasionada, sin que lleguen a destacarse realizaciones por sus propios méritos, aunque faltan por conocer las esperadas Alejandro el Grande, del griego Anghelopoulos; Melvin y Howard, del norteamericano Demine; Es la vida, del francés Vecchiali, y La repetición general, del alemán Schroeter.
Este fin de semana, con un visible aumento de público, que abarrota las salas y observa meticulosamente a los artistas, con menor intensidad que las cámaras de televisión, adquiere un tono más festivo, que hace olvidar el carácter competitivo que ha rescatado la Mostra, ya que el último León de Oro se entregó en 1968, a la película alemana Los artistas bajo la lona del circo, perplejos, de Alexander Kluge. Ayer, la atención de chicos y grandes estuvo en el estreno de El imperio ataca de nuevo, de Irvin Kershrier, segunda parte de La guerra de las galaxias, que tendrá en total tres fases: una conferencia de Prensa con el director, una sesión del seminario sobre autores y tecnología dedicada a los efectos especiales y la proyección de un documental sobre la elaboración de la película. Hoy, además, habrá una cierta dispersión, al celebrarse en el Gran Canal las competiciones de la Regata Histórica, que movilizan a toda la ciudad y congelan el tráfico de la laguna durante medio día, que se puede aprovechar para conocer la muestra de arte visual, de la Bienal de Arte, y la exposición La presencia del pasado, primera muestra internacional de arquitectura posmoderna, entre una ¡limitada oferta de consumo cultural.
El italiano Valentino Orsini ha presentado a concurso Hombres y no, libre adaptación de la novela del mismo título, de Elio Vittorini, otra producción de la Radiotelevisión Italiana, que, con su acaparadora presencia, es muy difícil que no consiga algún León de Oro. En el pase de la crítica la acogida fue helada, en completo silencio, que contrastaba con la ruidosa música de Ennio Morricone. Vuelve el tema del fascismo italiano, a través de las acciones de resistencia en Milán, en el año 1944, y, en concreto, la actuación de un intelectual que ha elegido la lucha armada, mezclada con su propia situación personal, al volver del pasado una mujer que no había olvidado. Orsini ha concentrado la narración de Vittorini, que tiene una lectura como novela de amor, y ha reflejado la vida cotidiana de un hombre de la resistencia en una ciudad habitada por el terror, a través de una realización severa y discursiva.
Babelia
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