Carter reafirma su apoyo incondicional a Israel caso de reelección

El presidente Carter, contestando a los ataques de su adversario republicano Ronald Reagan, afírmó solemnemente el jueves por la noche (en la madrugada del viernes, hora española) que la política norteamericana de cara a Israel no cambiaría si fuese reelegido en noviembre próximo. «No habrá una política para el año electoral y otra para después de la elección», declaró Carter ante el congreso de la potente organización judía norteamericana B'nai B´rith.

El miércoles por la noche, ante el mismo auditorio, Reagan puso en tela de juicio la voluntad del presidente Carter de seguir respaldando a Israel tras su eventual reelección, y le acusó de poner en peligro la seguridad del Estado hebreo.«No puedo aseguraros que estaremos siempre de acuerdo con cada una de las decisiones del Gobierno israelí», declaró Carter. « Pero cualesquiera que sean nuestras divergencias nunca afectarán a nuestro apego a la seguridad de Israel. No se reconsiderará nuestro apoyo a Israel», añadió el presidente.

Por otra parte, el presidente Carter se felicitó de que Egipto e Israel hayan decidido reanudar las conversaciones sobre la autonomía palestina. «Las discusiones se reanudarán», dijo, «y voy a sumarme personalmente a la búsqueda de la paz, participando, si es necesario, en una cumbre».

El presidente norteamericano reiteró que, según él, Jerusalén «debe permanecer siempre unificada, aunque el libre acceso a los lugares santos debe estar garantizado. Nos aseguraremos que el porvenir de Jerusalén sólo sea decidido por un acuerdo en el que participe plenamente Israel», añadió Carter.

El jefe de Estado norteamericano recordó su oposición a la creación de un Estado palestino independiente y a toda negociación o reconocimiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), mientras ésta no reconozca el derecho a la existencia de Israel y la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU. Por último, el presidente Carter atacó, ante los dirigentes judíos, el programa de su adversario republicano al que acusó, entre otras cosas, de querer relanzar la inflación, de no querer reconocer la importancia de la energía para EE UU y de proyectar lanzar al país a una peligrosa carrera armamentístico-nuclear.

Por su parte, el candidato independiente John Anderson criticó al presidente Carter, ante la misma asamblea, por haber utilizado para sus objetivos de política interior los progresos realizados en las negociaciones sobre Cisjordania y Gaza.

A pesar de las críticas formuladas contra Carter por sus rivales, los observadores opinan que el presidente norteamericano está consiguiendo reunificar al Partido Demócrata en tomo a su persona y recuperar el terreno perdido en los sondeos.

Además de su utilización con fines electorales de la política exterior norteamericana, sus adversarios, Anderson y Reagan, reprochan a Carter haber permitido que la Prensa haga revelaciones sobre la fabricación por EE UU de un avión «invisible», que debería escapar por completo a los radares soviéticos. Ronald Reagan dijo que no había podido hacer un mejor favor al KGB soviético.