España retira su candidatura a la presidencia de la ONU
La retirada de la candidatura de España a la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a tan sólo diez días de la votación definitiva y en favor de la República Federal de Alemania, ha causado confusión y sorpresa en los medios diplomáticos de la ONU y una cierta decepción en las delegaciones de muchos países árabes, latinoamericanos y africanos, que esperaban que España mantuviera su candidatura hasta la votación del próximo día 16, fecha en la que se podría haber batido con relativa facilidad a la presentada por el Gobierno de Bonn.El embajador de España ante las Naciones Unidas, Jaime de Piniés, informó en la tarde de ayer al secretario general de la ONU de esta decisión del Gobierno español y del deseo de España de presentar su candidatura a uno de los dos puestos que, por espacio de dos años, deberán ser renovados en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, puestos a los que, dentro del llamado grupo europeo occidental de países, ya aspiran Grecia, Turquía, Malta e Irlanda, por lo que, con la candidatura española, serán cinco las naciones que pretendan los dos sillones del consejo, que deberán quedar decididos por consenso para el próximo mes de octubre, si es que hay acuerdo entre las naciones europeas. En caso de que existan más candidaturas de las dos posibles, el tema se decidirá en votación abierta en la Asamblea General, a finales de diciembre, para que los dos países vencedores puedan ocupar en enero sus respectivos sillones.
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España confía acceder al Consejo de Seguridad
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Existen posibilidades de que España acceda a uno de los puestos del Consejo de Seguridad. Hoy por hoy son Malta e Irlanda las naciones con más posibilidades y habrá que esperar a ver qué deciden los países de la CEE con respecto a España. En todo caso, este cambio de última hora ha provocado sorpresa y confusión en los medios diplomáticos de la ONU, sobre todo porque se produce después de dos años de espera, a tan sólo diez días de la votación final, a la que renunció España por presiones de la RFA, después de haber solicitado los votos de numerosos países amigos que prometieron su apoyo y que, a sólo pocos días de la votación, ven como España abandona la candidatura en favor del Gobierno de Bonn, a cuyo representante en la ONU y futuro presidente de la Asamblea, Rudiger von Verchmar, felicitó ayer por teléfono el embajador Piniés.
El diplomático español no ha querido comentar la decisión del Gobierno español y se ha limitado a decir que la acepta como funcionario que es del Estado. De todas maneras, le es muy difícil ocultar en sus gastos la decepción sufrida, al término de una larga carrera diplomática en la ONU, entre otras cosas porque ya es la segunda vez que España se retira por presiones en favor de la CEE (en 1975 lo hizo para favorecer a Luxemburgo). Esta decisión del Gobierno de Madrid puede suponer también la sustitución de Piniés del puesto de la ONU por el embajador en Bruselas, Nuño Aguirre de Cárcer, quien ansía el puesto desde hace varios meses. En todo caso, en medios diplomáticos próximos a la misión hispana ante la ONU se descarta la posibilidad de que el embajador Piniés acepte la embajada de España en Moscú, como se venía especulando en los últimos meses.
Explicación oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores español
Un portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores trató ayer de quitar importancia a la renuncia, subrayando el hecho de que tenemos prácticamente asegurado, gracias a un «pacto» con la RFA, un puesto en el Consejo de Seguridad.
Para los diplomáticos españoles del palacio de Santa Cruz, el Consejo de Seguridad tiene «más poder y peso específico» y es un puesto para dos años. Según estas fuentes, la CEE apoyaría a Irlanda y a España, con lo que tendríamos asegurado el puesto «al 80 %».
La agencia Efe informó anoche desde Bonn que la República Federal de Alemania agradece la retirada de nuestra candidatura y apoyará a España para que alcance el asiento en el Consejo de Seguridad.
Fuentes oficiales españoles reconocieron que en el grupo europeo España está en minoría y que, aunque nos podríamos haber apoyado en los votos de los países del Tercer Mundo, esto no hubiera sido consecuente con nuestras declaraciones de europeísmo y occidentalismo.
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