Rafael Escuredo informa al ministro de Agricultura sobre la situación andaluza

El ministro de Agricultura recibió ayer al presidente de la Junta de Andalucía. Rafael Escuredo expuso a Lamo de Espinosa las iniciativas puntuales elaboradas por la asamblea de alcaldes de la provincia de Sevilla en torno al grave problema del paro agrícola que se registra actualmente. Mientras esto ocurría en Madrid, en la sierra sur sevillana se vivía una jornada de huelga general convocada por el SOC y apoyada por la CNT.

El Gobierno Civil de Sevilla reconoció que la jornada de ayer fue de: huelga general en seis pueblos de la sierra sur. Por su parte, el SOC aumentó a ocho el número de localidades que secundaron la convocatoria. En el resto de los pueblos de la comarca, grupos numerosos de vecinos celebraron asambleas y se manifestaron reivindicando soluciones urgentes para el campo andaluz. En una de estas manifestaciones, la de Martín de la Jara, que iba encabezada por el presidente regional del SOC, el sacerdote Diamantino García, se registraron momentos de tensión cuando amplios contingentes de la Guardia Civil trataron de dispersar a los manifestantes. Finalmente, y tras una fuerte discusión entre las fuerzas del orden y dirigentes jornaleros, la manifestación pudo recorrer el itinerario previsto de antemano.En todos los pueblos -que ayer aparecieron engalanados con banderas verdiblancas- los eslóganes más repetidos fueron los de «Parches, no; soluciones, sí», «Trabajo, sí; paro, no», y, sobre todo, «Reforma agraria».

La jornada fue calificada por sus organizadores como éxito total, «puesto que con las acciones de los jornaleros», a decir de Diamantino García, «se ha conseguido que todos los partidos políticos se suban al carro y traten de encontrar soluciones para acabar con el desempleo agrícola».

Al paro total registrado en la sierra sur sevillana hay que sumar las acciones solidarias que se llevaron a cabo en la capital: las asociaciones de vecinos del polígono de San Pablo protagonizaron anoche una manifestación de apoyo a los trabajadores agrícolas. Asimismo, y a instancias de la CNT, se celebraron varias asambleas en entidades bancarias, y un paro parcial en el sector del taxi de una hora de duración.

Documento de los alcaldes

La asamblea de alcaldes de la provincia de Sevilla aprobó con 66 votos a favor (PSOE y PCA), catorce en contra (UCD) y diecisiete abstenciones (de los alcaldes de la Candidatura Unida de los Trabajadores, Pueblo Andaluz Unido-PTA y PSA) un documento sobre la situación de paro en la provincia. Este documento contempla una serie de medidas urgentes para Sevilla, que se podrían concretar en los siguientes puntos: dotación extraordinaria de 1.200 millones de pesetas para el empleo comunitario en los cuatro últimos meses del año; 5.800 millones con el mismo destino para 1981, y potenciación de los acuerdos entre las patronales agrarias ASAGA y UAGA y las centrales Comisiones Obreras y UGT para promover el empleo en el campo. El documento invita a la Junta de Andalucía, «como principal instrumento político», para que ponga en marcha una política de desarrollo agrario que pase por una racional ordenación de cultivos, un desarrollo acelerado de la infraestructura agraria y una política de precios que garantice la rentabilidad de la agricultura.El contenido de este documento fue negociado ayer por el presidente de la Junta con el ministro de Agricultura. Tanto la Unión de Centro Democrático, que votó en contra, como los diecisiete alcaldes, que se abstuvieron, hicieron públicos sendos comunicados explicando el sentido de su voto. Para el partido centrista la reunión de alcaldes tuvo el carácter de un acto político partidista. El portavoz de UCD en la diputación, Miguel Sánchez Montes de Oca, manifestó que no podía aceptar un documento que defendía posiciones políticas e ideológicas contrarias a su propia ideología.

Los alcaldes de la CUT, PAU y PSA, que continúan en encierro voluntario en la Diputación de Sevilla, justificaron su abstención en base a que el documento, con ser importante, no recoge algunas reivindicaciones que plantean, como la regularización de la mecanización de los cultivos sociales.