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La crisis político-social en Polonia

Los huelguistas y el Gobierno polaco endurecen sus posiciones

A últimas horas de la tarde de ayer, corresponsales alemanes en Varsovia aludieron a la posibilidad de que la tensa situación polaca se resolviese en el curso de las próximas horas, y señalaron un endurecimiento de las posiciones de huelguistas y Gobierno. El corresponsal del segundo canal de la televisión federal consideró sospechoso el silencio absoluto que siguió a la reunión del buró político del Partido Obrero Unificado (POUP). Por otra parte, un portavoz de los huelguistas recalcó en Gdansk, una vez concluida la reunión que en Varsovia no debe olvidarse que se trata de reivindicaciones, y no de peticiones.

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Entre tanto, la Prensa polaca recuerda que existen unos límites a las demandas de los huelguistas. Tribuna Ludu, órgano oficial del partido, titulaba ayer su editorial: «Límites que no deben sobrepasarse». El periódico recordaba la peculiar situación geopolítica de Polonia: «Somos un país socialista grande e importante», comentaba, «con una economía de peso y un potencial demográfico y militar. Nuestro país se encuentra en el centro del continente y en la zona de seguridad inmediata de una potenciasocialista mundial: la Unión Soviética». En el artículo, redactado por Richard Wojna, miembro del comité central, que también lo leyó ante las cámaras de televisión, se dice que «habrá de atenerse a las consecuencias» quien trate de desvincular a Polonia del bloque al que pertenece o de minar el orden político Interior.Ofertas insuficientes

Los representantes obreros insistieron ayer en considerar «plenamente insuficientes» las ofertas gubernamentales de reformar la confederación sindical y de incluir el derecho a la huelga en la nueva ley de relaciones laborales que se prepararía con carácter de urgencia, una vez se restaure la calma social. Tampoco parece bastar ya el compromiso de fomentar en Gdansk las reformas sociales. Mientras en el resto de Polonia se invierte el 14%, del producto social bruto en mejoras de servicios para la población, en esta ciudad báltica sólo se ha destinado a este fin un 4%.

En sectores disidentes polacos se respira cierto optimismo. El filósofo disidente Leszek Kolakowski declaró ayer que la actual crisis servirá «irreversiblemente » para que disminuya la influencia soviética en Polonia, y se mostró confiado en que llegaran a un acuerdo.

Sin embaroo, en medios cercanos al Gobierno se manifestó que «es de temer una catrástofe nacional si prosigue la actual situación». Así y todo, en Varsovia se respira un nuevo clima. El diario Zyzie Warszawv, inauguró ayer una nueva etapa informativa al Invitar al personal de talleres y de redacción a discutir sus impresiones sobre la huelga y trasladar el diálogo a las páginas del periódico.

Aumenta el paro

El paro se extendió ayer a otras ciudades del centro del país y de Silesia. En Wroclaw se creó un comité de huelga interempresarial.

A pesar de la gran tensión que reina en Polonia, el orden público es ejemplar. Por ambas partes se insiste en la necesidad de proseguir el diálogo hasta que se encuentre una solución satisfactoria para todos. Radio Gdansk y el conjunto de la Prensa del país informan ampliamente del desarrollo del movimiento huelguístico.

Por otra parte, el Consejo de Ministros se reunió ayer para decidir el restablecimiento de las cartillas de racionamiento de azúcar, a fin de garantizar a la población el consumo de este producto, e igualmente el abastecimiento de carne para la población. Así, el Gobierno polaco examinó las reivindicaciones de los trabajadores a fin de satisfacer aquellas de primer orden.

En lo referente al mensaje conciliador del cardenal primado Wyszynski, éste fue acogido con decepción por parte de los medios liberales católicos y de los obreros de Gdansk, tras recibir la advertencia del «gran peligro» de la situació nreafirm ando su posición de seguir presionando al Gobierno.

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