La deuda exterior de las entidades de crédito supera, por primera vez, el nivel de reservas

Al finalizar el pasado mes de junio, el nivel de endeudamiento exterior de¡ sistema crediticio habla superado, por primera vez desde el año 1977, el valor de las reservas exteriores. Ello provocó el que, también por primera vez en estos tres últimos años, haya surgido saldo negativo con el exterior, por valor de 12.610 millones de pesetas.

El conjunto de los recursos financieros que los bancos privados, las cajas de ahorros y el crédito oficial han tomado de los mercados internacionales ascendía a finales del primer semestre a 866.266 millones de pesetas, la cifra de endeudamiento más elevada de la historia de nuestro país. Por el contrario, los activos internacionales en poder del Banco de España en la misma fecha (reservas) totalizaban 853.656 millones de pesetas, lo que daba un saldo global negativo de los mencionados 12.610 millones de pesetas.

Escasez de ahorro interno

El recurso a la financiación internacional ha progresado bastante en estos últimos meses. A finales del pasado año, la financiación ajena del sistema crediticio tomada en los mercados internacionales representaba el 7,5% del saldo total del sistema, porcentaje que a finales del primer semestre de este año se había situado ya en el 8,3%. En este primer semestre, la financiación tomada por las entidades de crédito en el exterior ha sido de 137.493 millones de pesetas, cifra que representa el 19% de la financiación facilitada por el sistema crediticio al sector privado.El aumento de los recursos exteriores en la economía española es una consecuencia de la escasez del ahorro interno, que no es capaz de facilitar los recursos que requiere la economía privada, por una parte, y del bajo coste a que se han podido obtener los recursos en el mercado internacional, por otra. A pesar del fuerte crecimiento de los tipos de interés en los mercados en el primer semestre del año, estimulados por la política restrictiva norteamericana, que provocó niveles récord en el prime rate o tipo de interés preferente aplicado a los clientes distinguidos, la tendencia se invirtió posteriormente, abaratándose notablemente los tipos de interés y haciendo atractiva para las entidades financieras españolas la posibilidad de acceder a los mercados internacionales para obtener recursos competitivos.

En estos tres últimos meses, el tipo interbancario de Londres (Libor) se ha mantenido en torno al 9% o el 11% y parece que el movimiento al alza vuelve a empujar hacia arriba los tipos de interés.

Deterioro del sistema crediticio

El balance exterior de capitales del sistema crediticio se ha deteriorado rápidamente a lo largo de este año. A finales de enero, el saldo era positivo, por valor de 175.074 millones de pesetas y experimentó su mayor caída en el mes de marzo pasado, descendiendo de forma continuada hasta el saldo negativo de 12.610 millones de pesetas del pasado mes de junio.Las previsiones para los próximos meses, si el incipiente encarecimiento de tipos de interés se confirma, parecen apuntar hacia un abandono de posiciones exteriores por parte de las instituciones de crédito.

El elevado nivel de endeudamiento, tanto de la banca como de las cajas de ahorro y las entidades de crédito oficial estaría determinado, según fuentes del sector, por el elevado nivel que mantiene la demanda de crédito total en el país.

Acaparamiento público

Este elevado nivel de demanda crediticia ha sido debido, sobre todo, al elevado volumen de recursos que solicita del mercado el sector público. Al finalizar el primer semestre del año, el déficit público estaba en torno a los 358.000 millones de pesetas, cifra superior al nivel previsto para este año, que fue fijado en su día en unos 290.000 millones de pesetas.Si estas previsiones se hubieran respetado, el déficit en el primer semestre estaría en torno a los 170.000 millones de pesetas, lo que da un exceso real sobre las previsiones de unos 188.000 millones de pesetas. Este mayor déficit es el que ha contribuido de forma especial a presionar al alza la demanda crediticia total que, ante la falta del ahorro interno suficiente para satisfacerla, ha ocasionado un recurso creciente a los mercados internacionales de capitales.

En medios financieros se estima que el coste de esta financiación para el país equivale a unos 100.000 millones de pesetas anuales, la cantidad más elevada que haya devengado nunca la posición deudora del sistema crediticio español en el exterior.