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Al planificar mis vacaciones, decidí viajar en tren («otros lo vieron antes») y busqué los diez días azules, sacando billete de ida y vuelta, para así ahorrar algún dinero. Saqué los billetes en la estación de Mediodía, en Madrid, y me dieron dos billetes, uno con los datos sobre el viaje de ida, así como la dirección Madrid- Alicante; el otro, con los referentes al viaje de vuelta, con la dirección Alicante- Madrid.Con estos datos, y pensando que uno era el billete de ida y el otro el de vuelta, al llegar a Alicante rompí el billete de ida. Después de unos días de descanso y sol («España, sin ir más lejos»), inicié el viaje de regreso. Al presentarse el revisor, le entregué mi billete, y después de picarle me pide el billete de ¡da, lo cual me deja totalmente estupefacto, contestándole que ese billete lo he usado y tirado. Entonces él me dice que lo que yo le presento no es ningún billete, sino la reserva del asiento, y que debo pagar el viaje. Le digo que no entiendo por qué no vale lo que yo seguía pensando que era el billete de vuelta, a lo que contesta lacónicamente que me falta el billete de ida y vuelta, y debo pagar.
Después de hacerlo (1.551 pesetas), y dado que no me quedo conforme con la escasa información recibida, y con la impresión de haber sido estafado, decidí aprovechar una parada en la estación de La Encina para hablar con el jefe de estación. Al presentarle mi billete y preguntar si era correcto, me dijo, en principio, que sí lo era, pero, al decirle que el revisor me habla hecho pagar de nuevo, volvió a mirar el billete y encontró que, efectivamente, lo que yo llevaba era únicamente la reserva de asiento. Incluso me dijo que tenía que haber pasado por la taquilla de Alicante para su formalización, cosa que no me dijeron en Madrid al sacar los billetes. Al llegar a Madrid, volví a presentar reclamación, y en esta ocasión tuve pócir suerte, pues únicamente me dijo que el revisor me había cobrado legalmente, y que si quería, podía presentar reclamación por escrito, pero que me sería desestimada. Ante esto, opté por aguantarme, pensando que la Renfe me había robado legalmente.
¿Tan difícil es dar una mínima información al sacar los billetes, para personas que, como yo, no son tan listas? ¿Cómo es posible que yo tenga una reserva de asiento, sin antes haber pagado nfi correspondiente billete? ¿Tan mal están los fondos de Renfe, que tienen que aprovechar un error, mío, si, pero por falta de información suya, para cobrar un billete dos veces?/
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