El régimen de La Paz pretende acabar con el proceso democrático
El golpe de García Meza tiene una diferencia fundamental con golpes anteriores realizados en Bolivia. Esta vez no se trataba de un simple cambio de líderes gubernamentales, sino de descabezar todos los movimientos progresistas, para acabar radicalmente con el proceso democrático boliviano, afirmó ayer el líder Víctor López, secretario general de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros, durante una conferencia de prensa celebrada en Madrid.
Durante este acto informativo, que se celebró en los locales de UGT y lo presentó el secretario general de esta central, Nicolás Redondo, Víctor López indicó que Meza ha intentado descabezar todos los movimientos progresistas de su país, entre ellos los sindicales, «enterrando de este modo durante mucho tiempo el proceso democratizador boliviano que tantos años y esfuerzos ha costado al pueblo boliviano ».El golpe tiene que haber estado apoyado por alguna potencia extranjera, porque los métodos utilizados no corresponden a las posibilidades de las fuerzas armadas bolivianas, explicó Víctor López, y añadió que la situación actual de su país es muy delicada, porque los militares han conseguido su objetivo, y la oposición no tiene, en estos momentos, ninguna posibilidad de réplica. La única esperanza estaría en las fisuras que se sabe que existen entre los propios militares, ya que una parte del Ejército participó en el proceso constitucional.
La delegación sindical de la Central Obrera Boliviana (COB), que visita estos días nuestro país, está dirigida por Víctor López, y la forman cuatro sindicalistas más. Se encontraban en Gran Bretaña cuando García Meza derrocó al Gobierno de Lidia Gueiler. Desde entonces están recorriendo diversos países europeos. Informaron sobre la situación de los líderes de la COB, asegurando que Lechín está vivo y se encuentra detenido (herido)junto a numerosos sindicalistas, entre los que destaca Simón Reyes, dirigente minero al que se había dado por muerto a raíz del golpe. «Los únicos dirigentes de la COB en libertad somos nosotros que, por tanto, nos enfrentamos ante la dura tarea de rehacer una formación obrera que inicie la lucha contra el régimen actual, para lo que tenemos que empezar por enterarnos de cuál es la situación real del país, sobre la que conocemos pocos datos más que los ya difundidos».
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