El campo
En relación con el editorial del 31 de julio denominado «La cosecha del siglo», quisiera manifestar que estoy de acuerdo con el fondo del artículo: el campo necesita saber funcionar en un mercado lo más libre posible, hecho que permitiría adecuar cultivos, coger experiencia empresarial y mejorar la productividad, utilizando las ventajas comparativas ante otras naciones.No estoy de acuerdo, sin embargo, con algunas afirmaciones en las que se trata de establecer la tesis de que el campo está más beneficiado que otros sectores sociales.
Señala el editorial que «un factor nada desdeñable de los bajos precios de los productos agrícolas fueron las importaciones alimenticias con incrementos nulos en los precios». (Se refiere a la campaña de 1979.) Esto, ¿en qué sentido lo utiliza el editorialista? ¿Hay que repetir esta acción siempre que suban o incluso antes de que suban los precios de los productos agrarios en el mercado interior" Quizá sea una solución (el sueño de los liberales), siempre que se haga lo mismo con todos los productos industriales. El camino es sencillo: eliminación de aranceles, de la misma forma que se efectúa la importación de productos agrarios de choque.
Sigue señalando el editorialista que las subvenciones y transferencias recibidas por el sector agrario están aumentando. Es cierto pero es poco serio indicar esto cuando no se efectúa un balance de las subvenciones a otros grupos sociales. ¿Cuál ha sido el conjunto de la subvención del Estado a la Seguridad Social hasta que ésta se amplió al sector agrario? ¿Cuánto va a tener que aportar la Administración central para paliar los déficit de los ayuntamientos del medio urbano?/
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