Se relanza el debate en el Parlamento iraní sobre el tema de los rehenes

Una semana clespués de la muerte del ex sha, el tema de los rehenes norteamericanos vuelve al primer plano de la actualidad iraní, justamente cuando éstos están a punto de comenzar su décimo mes de cautividad.Si la desaparición del ex emperado «no cambia nada el problema», según las declaraciones de los responsables iranies, sí que ha vuelto a relanzar un debate quelera tabú desde hace dos meses, cuando se celebró la conferencia internacional sobre los crímenes de Estados Unidos.

El miércoles, los diputados -a quienes el imán Jomeini encargó un dictamen definitivo sobre la cuestión- abordaron el tema por vez primera. Una carta dirigida al Majlis (Parlamento iraní) por 187 diputados estádounidenses y que les pedía diesen «prioridad absoluta» al examen del problema dio ocasión de iniciar el debate, que fue, sin embargo, rápidamente interrumpido para proseguir las difíciles negociaciones con las que tal vez se llegue al nombramiento del primer ministro.

El ayatollah Hachemi Rafsanjani, presidente del Majlis, anunció que próximamente se formarán una serie de comisiones parlamentarias encargadas de preparar el debate de la asamblea. «Esta carta (de los diputados norteamericanos) constituye el primer paso que podrá permitir la clarificación del problema de los rehenes», afirmó.

El encargado de negocios suizo (país que representa en Teherán los intereses estadounidenses, después de la ruptura de relaciones diplomáticas) fue quien entregó la carta de los parlamentarios norteamericanos. De este modo, aunque de forma modesta, se ha logrado establecer un pequeño contacto. En cualquier caso, dada la situación actual, la respuesta al mensaje no ha sido demasiado positiva.

«No puede haber acuerdo entre Estados Unidos e Irán, mientras ellos no confiesen las faltas cometidas en nuestro país», ha dicho desde su tribuna del Majlis al ayatollah Rafsanjani. «Vuestro Gobierno», añadió en respuesta a los diputados estadounidenses, «no ha intentado jamás atenuar la crisis, sino que, al contrario, la ha agravado aún más. No esperéis una solución pacífica al problema».

En efecto, el contencioso entre los dos países se ha agravado durante los últimos días, debido a la represión por parte de la policía de Washington de una manifestación pro Jomeini en la que participaban jóvenes iraníes, el domingo pasado, en la capital norteamericana. La detención de 193 «Estudiantes islámicos» en Estados Unidos fue inmediatamente utilizada en Irán para relanzar la movilización contra «el imperialismo norteamericano».

La agencia oficial iraní Pars abrió un servicio especial para recoger las informaciones de los «estudiantes islámicos» residentes en el extranjero, y dio gran publicidad a las denuncias de «malos tratos» de las que habrían sido víctimas los estudiantes iraníes detenidos en Washington.

Una manifestación de apoyo a los «estudiantes iraníes» detenido en Estados Unidos se desarrolló el viernes por la noche, frente a la Embajada de Estados Unidos en Teherán (también llamada en Teherán «nido de espías»), que se encuentra desierta desde hace varios meses.

«La detención de iraníes en Estados Unidos repercutirá sobre la suerte de los rehenes», advirtió el presidente del Parlamento islámico. «Habláis de paz mundial y de amistad entre los pueblos, pero ¿cómo podemos creeros cuando maltratáis a los estudiantes musulmanes?», declaró el ayatollah Alí Jamenei, en respuesta a los diputados norteamericanos, durante los rezos del viernes, en Teherán.

Mientras se acerca el debate en el Parlamento sobre la suerte de los rehenes, se alarga la relación de problemas iraníes.

Entre tanto, Estados Unidos no parece ceder en el caso de los «estudiantes iraníes» detenidos en Washington. La mayor parte de los 193 iraníes arrestados en Washington el pasado domingo, durante la violenta manifestación que tuvo lugar pocas horas después de la muerte del ex sha de Irán, fueron trasladados ayer a una prisión del Estado de Nueva York.

Un total de 171 iraníes salieron el viernes, po r la noche, de la base aérea de Andrews, a bordo de dos aviones de carga de las fuerzas aéreas norteamericanas, con rumbo a Nueva York, desde donde continuaron viaje hasta la prisión de Otisville.

Por otro lado, ayer se supo que nueve personas más (condenadas todas ellas por tráfico de droga) fueron fusiladas durante los dos últimos días en Irán.