Adelpha

En relación con la noticia aparecida en EL PAÍS en su edición del día 30 de julio de 1980, y lamentando que don José Luis Souto, siguiendo sus habituales prácticas, haya personalizado agresivamente su versión, me veo en la obligación de puntualizar lo siguiente:1. El comunicado del señor Souto, utilizando el nombre de Adelpha y solicitando la dimisión del ministro de Cultura, no fue conocido por el pleno del comité ejecutivo, por lo que mal puede hablarse de aprobación.

2. En todo caso, habrá sido aprobación, si la hubo, a título personal, pero no corporativo, de los señores don Ignacio Medina, duque de Segcirbe, y don Santiago Amón, vicepresidentes, porrazones particulares.

3. Las normas que, según acta, rigen el funcionamiento interno de esta junta directiva, dicen claramente que el comité ejecutivo sólo tiene competencias en asuntos de trámite o previamente aprobados por la junta directiva. Siendo competencia exclusiva de ésta cuanto afecte de modo importante o notorio a la asociación, como es el caso que nos afecta.

4. Es claro que el señor Souto ha evitado en esta, como en otras muchas ocasiones, someterse a un reglamento y opinión corporativas.

5. Tanto la vicepresidenta, señorita María Rosa Suárez Inclán, como yo, carecemos de toda vinculación directa o indirecta de carácter político con el actual ministro de Cultura, siendo absolutamente falso que hayamos intentado comprometer a Adelpha en su favor, como es público y notorio, en el seno de la junta directiva, a cuyas reuniones siempre hemos asistido.

6. Por todos los medios estamos intentando desde hace tiempo convocar asamblea general de socios, pues consideramos imprescindible que éstos sean informados en profundidad de estas situaciones. Las únicas dificultades en el seno de la asociación han sido iniciativas del señor Souto./ , presidente de Adelpha.