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Triple atolladero en Oriente Próximo

(...) Las cosas en Oriente Próximo no han permanecido inmóviles y disponibles para,las soluciones fácilmente aplicables hace cinco, diez o quince años. Sobre el terreno, la situación se ha transformado profundamente por la multiplicación de los asentamientos israelíes en Cisjordania. Todo se ha hecho, en la práctica, para que no haya sobre el mapa base geográfica posible para una identidad palestina independiente, puesto que el territorio que habría de servir para ello se encuentra progresivamente colonizado, y por ello se justifica el mantenimiento en manos de Israel de los principales atributos de la soberanía: policía, defensa, relaciones exteriores.Y en este proceso de anexión -aun cuando este nombre no sea pronunciado- acaba de darse un paso considerable con el voto de la Knesset, decidiendo que Jerusalén será la «capital eterna» de Israel. (...)

Lo que ha sucedido ha conducido en realidad a un triple atolladero. Un callejón sin salida para Egipto: el presidente Sadat ha abandonado prácticamente su primera interpretación de los acuerdos de Camp David. ( ... )

Israel también se ha metido deliberadamente en un callejón sin salida: su Gobierno ha creado una situación que hace imposible un arreglo negociado con sus vecinos árabes, incluso los más moderados. (...)

Más grave todavía es el atolladero en que se encuentra la política americana. Esta había excluido el que Israel se apropiara de la zona de Jerusalén Este y se había aferrado a los principios de la evacuación de los territorios ocupados, a costa de renunciar a ello en la práctica, al aceptar que los israelíes se aseguren su seguridad. (...) Y no cabe ninguna duda de que los candidatos a la presidencia se negarán a condenar el comportamiento israelí: después de que los hechos hayan ocurrido. (...)

La sesión especial de las Naciones Unidas sobre Oriente Próximo no habrá sido ocasión, para ningún progreso, incluso sobre estas bases. Se comprenden las dificultades jurídicas, diplomáticas, tácticas: unos exigen que se haga mención de la existencia de Estados de la zona, es decir, de la existencia de Israel; otros no pueden admitirlo públicamente en tanto Israel no haya admitido al mismo tiempo el derecho a la existencia de un Estado palestino. Pero el hecho es este: se han resignado a nuevos e interminables aplazamientos antes de que una paz duradera pueda ser establecida. ( ... )

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