_
_
_
_
_

Martín Villa, partidario de un acuerdo con los socialistas

El ex ministro miembro de la permanente de Unión de Centro Democrático (UCD) Rodolfo Martín Villa se declaró el pasado lunes, en Santander, partidario de un acuerdo con los socialistas. «Es ahora», afirmó textualmente, «cuando hay que llegar por imperativos de interés nacional, y en aras de la funcionalidad del sistema, a acuerdos sobre puntos fundamentales concretos entre centristas y socialistas, pues ni tan siquiera un Estado regional puede caminar y subsistir sin partidos de ámbito y vocación nacional, como las experiencias federales nos demuestran de continuo».

Martín Villa, que dictó una conferencia en el curso «Cultura, sociedad y política en el mundo actual», que dirige Raúl Morodo, en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, al referirse a la transición política española dijo que «los españoles de hoy, sin quererlo ni pretenderlo, hemos sido víctimas de un doble espejismo, que conviene despejar cuanto antes». «Hemos creído», precisó, «que la transición constituía una operación política sumamente difícil y enormemente complicada, en torno a la cual inevitablemente iban a plantearse numerosos y muy graves problemas de todo tipo. Y hemos llegado a creer también que, en cambio, la salida de la transición y la subsiguiente entrada en la fase de plena normalidad democrática resultaría fácil, sencilla y exenta de obstáculos». Para Martín Villa, la realidad ha sido precisamente la contraria. La transición no tenía, en su opinión, nada de «laberíntica o intrincada, ni tropezaba con obstáculos insuperables», mientras que «los fosos y las vallas a superar» iban a presentarse «como de hecho estamos viendo que viene ocurriendo, una vez consumado el asentamiento democrático».Después de referirse brevemente al fallecido Garrigues Walker, «sumamente comprensivo y abierto», y al rey Juan Carlos, del que dijo que «no fue el motor del cambio, sino el cambio mismo», Martín Villa examinó el problema del terrorismo, tenla en el que no quiso entrar durante la conferencia de prensa al preguntársele sobre el robo de explosivos en el polvorín de Soto de la Marina. «El terrorismo», explicaría después en su discurso, «no incidió decisivamente en el discurrir de la transición, hasta el punto de que sus efectos, siempre peligrosos, indudablemente, únicamente tuvieron un alcance coyuntural, y en modo alguno pusieron en peligro, como algunos pretenden, nuestra evolución hacia la democracia».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_