La expulsión de los gitanos
Con profundo asombro, en un primer momento, leo: «El Ayuntamiento de Hernani acuerda expulsar a los gitanos».Después del asombro, la indignación, y, por último, es el temor el que se apodera de mí, como gitano y ciudadano de este país, un ciudadano español gitano.
Es increíble que estas noticias se produzcan hoy, todavía.. Que una corporación municipal democráticamente elegida llegue a tan inconfesable determinación. Se les acusa de «ser responsables de una situación de insalubridad que podría provocar enfermedades entre el resto de la población (sic), de acometer robos y agresiones». Nos parece estar leyendo una crónica del siglo XVII o XVIII. Una vez más, los poderes fácticos (en este caso el Ayuntamiento de Hernani con su acuerdo) declinan responsabilidades en la protección y conservación de la salud pública, culpando a los gitanos; esto es ya tradicional en la historia contemporánea española./
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