Dos muertos y tres heridos, balance del atentado frustrado contra el ex primer ministro iraní, Bajtiar
Dos muertos, tres heridos, indignación de las autoridades firancesas y «seria» advertencia de estas últimas al ministro de Exteriores iraní, Sadegh Gotbzadeh, que ayer pasó, por París camino de Nicaragua, es el balance del atentado de que, ayer por la mañana cuando desayunaba, se libró el ex primer ministro del sha de Irán, Chapur Bajtiar. Las víctimas fueron consecuencia del tiroteo desencadenado en la vivienda de este último por un comando de tres hombres, enviados a París por los guardias de la revolución iraní para asesinar a Bajtiar, a quien consideran instigador del reciente compló frustrado contra el jomeinismo.
Poco antes de las nueve horas de ayer, tres «periodistas» se perso naron delante del lujoso inmue ble de la barriada residencial parisiense de Neuilly, en el que vive Bajtiar. Dos de los cuatro policía que custodian al ex primer ministro se encontraban delante de edificio. Tras la presentación de los carnés falsos de periodistas del diario comunista L'Humanité, por parte de los tres jóvenes, les autorizaron la entrada «para entrevistar a Bajtiar». Los otros dos policías, en el interior, también les franquearon el paso. Y en el segundo piso, se equivocaron de puerta y llamaron en el domicilio de la vecina del político irainí.En cuanto la señora Yvonne Stein, de 45 años, abrió la puerta, los tres hombres sacaron, de su mochilas de reporteros, las pistolas con silenciador y dispararon a quema ropa. La señora cayó muerta y una amiga suya fue herida. Acto seguido apretaron el timbre de la puerta blindada del domicilio de Bajtiar, pero un hijo de este último apenas entreabrió y volvió a cerrar. El comando disparó desesperadamente sin que las balas atravesaran la puerta, reforzada con los seguros más sofisticados. Al escapar, los cuatro policías habían sido alertados por los ruidos y, entre ellos y el comando, cuando este huia, se desarrolló el tiroteo, que le costó la vida a un policía de veintitrés años. Dos más fueron heridos, uno de ellos gravísimamente.
Sin embargo, un tercer policía les esperaba en la puerta de entrada, disparó, hirió a los tres y consiguió reducirlos mientras llegaban abundantes fuerzas policiales.
Los tres hombres del comando fueron interrogados inmediatamente, pero anoche aún no podía afirmarse nada sobre su nacionalidad. Un poco más tarde, los guardias de la revolución islámica reivindicaron el atentado en Teherán y acusaron a Bajtiar de haber participado en el reciente golpe de Estado abortado contra Jomeini. El ex primer ministro y los observadores, en esta capital, no dudan que, en cualquier caso, se trataría de «matones» a sueldo de las autoridades iraníes, que repetidamente han condenado a muerte a Bajtiar.
El Ministerio francés de Exteriores expresó su «indignación» por «este atentado terrorista» y manifestó su decisión de «investigar con el más estricto rigor para tomar las medidas oportunas». Gotbzadeh, el ministro iraní de Exteriores, pasaba por París camino de Nicaragua y se detuvo algunas horas para dialogar sobre el asunto con las autoridades galas que parece ser, «le han advertido muy seriamente.
Este es el tercer atentado, en territorio francés contra los adversarios de la revolución jomeinista: en tiempos aún del sha, en 1977, la princesa Achraf escapó a una intentona en la Costa Azul. El pasado mes de diciembre, en París, fue asesinado el sobrino del sha, Chahryar Musafha, por cuenta del ya célebre ayatollah Jaljali.
Francia se ha convertido en el «corazón» de la oposición al jomeinismo. En la Costa Azul se encuentran la mayoría de los ex¡liados. Actualmente se calcula que unos 50.000 iraníes viven en Francia a la espera de la caída de la República Islámica. El Gobierno de París, una vez más, juega el papel incómodo y esperanzador a la vez de «intermediario» entre el poder establecido en Teherán y el que la oposición pretende representar desde el exterior.
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